Académica de la Facultad de Gobierno de la U. de Chile

Isabel Castillo: “Los evangélicos progresistas estuvieron a favor de una nueva constitución”

Entrevista a Isabel Castillo por estudio de evangélicos progresistas
evangelicos
Las preferencias políticas y las interpretaciones teológicas son diferencias fundamentales entre los evangélicos conservadores y los progresistas, lo que provocó una contramovilización, asegura el estudio.
rechazo
Aprovechando la coyuntura única que presentó el proceso constituyente en Chile, la profesora y su equipo estudiaron la politización de una identidad evangélica progresista y se preguntaron cuándo se movilizan estos grupos religiosos.
isabel castillo
“En Estados Unidos, por ejemplo, hay una asociación muy directa entre identidad religiosa e identidad política, pero en Chile no es tan así”, dice la profesora Isabel Castillo, académica de la Facultad de Gobierno de la Casa de Bello.

¿Un mismo grupo con la misma religión opina distinto en cuanto a política? Este fenómeno es el que investigó la profesora Isabel Castillo, académica de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile e investigadora adjunta del Centro de Conflictos y Cohesión Social (COES), quien publicó el estudio “¿Cuándo se movilizan los evangélicos progresistas? Identidades intraconfesionales en competencia en el proceso constituyente de Chile”, en la revista científica Politics & Religion de Cambridge University Press.

Es un sector de los evangélicos que despertó como respuesta a la agenda conservadora que asumió su sector religioso durante la campaña política del proceso constituyente chileno. Si bien es un grupo pequeños el de los “disidentes”, están tratando de disputar esta idea de que los evangélicos son todos de ultraderecha y que ellos tienen otro tipo de agendas que los movilizan, más sociales, asociadas al medioambiente e incluso al apoyo de la diversidad sexual, como se ha dado en otros países de Latinoamérica, por ejemplo, en México. 

“La coyuntura específica del plebiscito y la sensación de que allí se jugaban muchas cosas, que redefiníamos nuestro marco de convivencia y se discutirían los temas sociales, ambientales, de género y también la regulación de la religión, dio ese empuje para que estos actores activaran las redes y buscaran poner voces alternativas en el debate. Hasta lograron aparecer en la franja electoral del Apruebo también, entonces ahí buscaron el espacio para poner esta otra alternativa del mundo evangélico”, dice la académica.

- ¿Qué la motivó a investigar sobre este tema?

Quisimos entender las diferencias entre estos dos sectores Apruebo y Rechazo. En general, la movilización de los evangélicos ha estado muy asociada con agendas conservadoras, agendas contra lo que ellos mismos llaman como la ideología de género, el avance de la agenda de equidad de género, en la educación sexual integral tienen una agenda muy fuerte de defensa del derecho preferente de los padres a elegir. Eso se había visto, pero este otro grupo más progresista sí que era novedoso, pues estaban a favor de una nueva Constitución, que la consideraban una oportunidad importante de avanzar, y compartían muchas de las preocupaciones que dominaban entre la población en general en ese momento, como los derechos sociales, por ejemplo, pero se movilizaban como evangélicos. Porque mucha gente tiene preferencias políticas y tiene una identidad religiosa, pero no necesariamente las combina.

Entonces, ahí empezamos a investigar cuáles eran las redes que habían ido tejiendo. En general, era gente que venía desarrollando preocupación e interés por el debate público y que como evangélicos les incomodaba esta movilización más conservadora, ‘que buscaban de alguna manera apropiarse de la identidad evangélica’, según nos decían, y lo que ellos querían era decir era ‘no, somos un mundo diverso´. Había personas en distintas partes, en algunos en partidos, con concejales en el norte y otros profesionales, y estaban así como personas individuales que gracias a esta coyuntura del plebiscito se fueron encontrando y formaron este colectivo y sacaron esta voz, que fue algo pequeño, pero que sí tuvo significancia y que no la había tenido antes. 

- ¿Cuándo y cómo se movilizan los evangélicos progresistas?  

Lo que planteamos es que esta movilización más progresista o definitivamente no conservadora surge como respuesta a esta movilización conservadora que se ha visto en la última década. Ellos buscan disputar esta hegemonía y esta concepción de que los evangélicos son todos de derecha y son todos conservadores y que en verdad hay mucha variedad. Hay un proceso de cambio y este paper es parte de una agenda más grande que quiero desarrollar, para abordar qué tanto está afectando este cambio a la comunidad en su conjunto. 

- ¿Cómo se diferencian con otros grupos evangélicos alrededor del mundo? 

En Estados Unidos, por ejemplo, hay una asociación muy directa entre identidad religiosa e identidad política, donde votan por Trump. Brasil es otro caso paradigmático en la región, donde este tema es mucho más visible también y en esta última elección fueron en apoyo de Bolsonaro. Pero en Chile no es tan así. La identidad política partidaria es muy débil en general. La gente que milita, que se identifica con partidos, es muy poca, pero parte de lo que me interesa estudiar es de qué magnitud es este fenómeno. Porque también, en contraparte, Chile ha vivido un proceso de secularización muy grande, en que la gente va menos a Misa y tiene valores más seculares. 

Se ha estudiado poco la verdad acá Chile, pero sí hemos visto que tuvimos convencionales evangélicos, hoy tenemos partidos evangélicos, cosa que no existía hace cinco años. Hay intentos de organizarse y, claro, uno de los desafíos es ver si podemos conocer la magnitud de eso, que es bien difícil. 

- ¿Logran “mover la aguja” estos grupos? 

La población evangélica es menos de un 20%, o sea, son una minoría. En Chile, han avanzado mucho las agendas que se asocian más a procesos de secularización, tenemos aborto, la ley de identidad de género, pero una gran cosa que no han logrado pasar y donde los evangélicos se movilizan mucho es la Ley de Educación Sexual Integral (ESI), ese uno de los temas más sensible, y los evangélicos en el Congreso son tres personas, o sea, no es que ellos definan la votación, pero sí son muy activos en estas campañas. Y eso es algo que yo creo que hay que estudiar más a profundidad y cómo se relacionan con el mundo católico también. Pero posiblemente es uno de los éxitos de este mundo, el de lograr que no se haya podido avanzar en la ESI. 

Es relevante entender que hay grupos pequeños que movilizan agendas, instalan temas, entonces ahí yo creo que sí, y que puede haber una influencia importante. Uno puede fácilmente encontrar ejemplos similares en otros países, donde han logrado bloquear leyes de aborto e incluso leyes contra el femicidio, o sea, de distintas agendas de género a través de redes de influencias. Entonces, es un actor que a lo mejor puede ser numéricamente no tan grande, pero que sí puede tener cierto éxito en defender algunas posturas.