Con Bad Bunny sonando de fondo, 30 grados a la sombra, y la feria de organizaciones estudiantiles -políticas y sociales- entregando información a sus espaldas, un grupo de estudiantes de primer año de las carreras de periodismo, arquitectura y ciencias, esperaba pacientemente, en el penúltimo día de actividades de la semana de bienvenida, el inicio del recorrido para conocer la historia de la FECH y de la casa que la alberga desde 2008.
El tour, guiado por dos integrantes del Archivo de la Federación, se dividió en dos partes: al inicio se concentró en describir el pasado del propio edificio, que fue ocupado como centro de dirección y documentación de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), encabezada por Manuel Contreras, y parte del aparato represivo del régimen militar de Augusto Pinochet.
Considerando estos antecedentes, en 2017 se levantó la solicitud de declaratoria para que esta sede sea considerada un como un Monumento Histórico en calidad de Sitio de Memoria ante el Consejo de Monumentos. Según cuenta Javiera Montecinos Diaz, coordinadora de investigación y extensión del archivo FECH, aún están en el proceso de elaborar el expediente. “Estamos preparando material audiovisual para la difusión. Aquí también tenemos un acervo archivístico que tiene muchos documentos, fotografías, cassette, música sobre cosas de la FECH, sobre cosas que han sucedido acá”.
De acuerdo a los registros, entre 1974 y 1978 el inmueble fue utilizado como centro de operaciones del organismo encargado de la detención y tortura de opositores a la dictadura. Tras cuatro años, el nuevo encargado de esta tarea, el general Odlanier Mena, traspasó la casa al entonces rector designado de la Casa de Bello, Agustín Toro Dávila. Desde ese momento se utilizó como sede de la Escuela de Periodismo, hasta que en 2008, finalmente, se convirtió en la Casa FECH.
“La principal función es que se conozca la historia de este lugar, porque todos hemos sido parte de este espacio. Según los estatutos, todo estudiante que entra a la Universidad es parte de la FECH, y estas actividades acercan estas memorias a los nuevos estudiantes”, afirma Javiera Montecinos.
Historia y memoria
La segunda parte del recorrido estuvo dedicado a la historia de la FECH, desde su nacimiento en 1906 hasta la actualidad. Dentro de los periodos más destacados por los guías, estuvieron el de la década de 1920, donde los estudiantes alcanzaron notoriedad organizando los Juegos Florales o de Primavera. “Gracias a ese trabajo cultural que hacía la Federación en esa época, es que se logró un gran desarrollo intelectual para la Universidad, y para el país completo, con figuras como Amanda Labarca, Elena Caffarena o la propia Gabriela Mistral”, explica Mauricio Domínguez, asistente de investigación del Archivo FECH, y uno de los guías de este encuentro.
A lo largo de la visita por los distintos espacios de la casa, se recordó, entre otros hitos, la vida y muerte de los dos estudiantes mártires de la Federación: José Domingo Gómez Rojas y Patricio Manzano González .
El primero murió en 1920 a los 24 años, en el contexto de la persecución política en contra de estudiantes, intelectuales y obreros vinculados al anarquismo por parte del gobierno de Juan Luis Sanfuentes. Patricio Manzano, en tanto, era estudiante de Ingeniería y murió de un paro cardiorespiratorio en medio de un procedimiento policial, mientras participaba como voluntario en los trabajos de verano de la FECh, en febrero de 1985.
“La FECH nace con un profundo compromiso democratico, nunca se piensa la FECH sin la deliberación y sin un compromiso por un país más democrático. En el momento que estamos viviendo es sumamente importante”, indica Mauricio Domínguez, respecto a la razón de revisitar la historia de la agrupación.