Desde el 10 al 20 de abril:

Archivo médico de artista se convierte en exposición de la Sala Juan Egenau

Archivo médico de artista se convierte en exposición de la SJE

Las secuelas del dolor tras un accidente y cómo las lesiones afectan al cuerpo humano, han sido algunas de las motivaciones que la egresada del DAV, Francisca Ovalle, ha convertido en obras que desde el lunes 10 de abril llegan a la Sala Juan Egenau para reflexionar sobre el cuerpo, su capacidad de sentir y su relación con la medicina.

“Marcas de lo invisible nace a partir de una secuela que padezco, debido a una caída que tuve en 2013 practicando el deporte de patín carrera. El proceso médico que buscaba encontrar la causa del problema fue prolongado, ya que nunca se lograba conseguir un diagnóstico certero. Aquello significó someterme a variados y reiterados exámenes, lo que por consecuencia me llevó a encontrarme con un gran archivo médico que constantemente revelaba el acontecer interno de mi cuerpo, pero aún así no hallaba la respuesta del problema”, señaló la expositora.

Por otro lado, la lesión de la artista persistía, el dolor se hizo crónico, y fue allí cuando se concentró en el concepto de “cuerpo contenedor”, tomando en cuenta el archivo médico, la secuela y el dolor.“El cuerpo que siente, o cuerpo contenedor, es el padeciente de sí mismo. Por su capacidad de sentir, genera una coexistencia entre cuerpo que contiene a la figura dolorosa que subsiste por el cuerpo que siente. Su capacidad de sentir y contener en su interior lo que transcurre sobre él, es lo que lo hace diferente a la figura del archivo médico. Pues si bien el archivo médico necesita de un cuerpo al cual revelar para conformarse como archivo, es en aquel acto (revelar) de extraer lo que está en el interior del cuerpo y plasmarlo sobre otro soporte (por ejemplo radiografías), en donde pierde lo más propio del cuerpo contenedor, su capacidad de sentir”, expresó Ovalle. 

Para la artista visual, el archivo médico necesita del cuerpo que siente pero nunca podrá revelar lo que éste siente o lo que acontece en su interior, solo creará un cuerpo objeto del cuerpo humano y en base a eso, en Marcas de lo invisible, la artista busca exponer una mirada sobre lo que puede contener el cuerpo humano, fijando la escena en la secuela y el dolor; los modos en los que estas actúan sobre el cuerpo y aquellos en los que el cuerpo se convierte en soporte y creador de figuras dolorosas. 

Con su exposición también busca abrir una experiencia del cuerpo al espectador, no desde el individuo que puede padecer el dolor, sino desde un cuerpo que solo puede comunicarse por la materia que lo define y que lo hace sentir.

Por eso exhibe dos figuras o cuerpos que se sobreponen, uno en representación del cuerpo humano y otro como un gran volumen representando el cuerpo médico, el archivo y sus documentos. “Ambos volúmenes tienen una coherencia con respecto a su material. El archivo médico es el que habla del padecer del cuerpo humano, pero claro, requiere de un cuerpo que padezca para existir, por eso el alto relieve es traslúcido y en su interior se encuentra la única luz de la sala que nos revela en la obra, todo este material medico que habla de un cuerpo”, indicó Francisca Ovalle

Y agregó que “a su vez, es este gran archivo que se interpone en el pronto encuentro entre el espectador y el cuerpo humano (cuerpo contenedor), genera una distancia visual y física, ya que así como el archivo nos habla de lo que hay en el interior del cuerpo, este omite el lenguaje del dolor y la capacidad de sentir del cuerpo humano”, puntualizó.

Marcas de lo invisible de Francisca Ovalle, se inaugura el lunes 10 de abril a las 18:00h en la Sala Juan Egenau, ubicada en Las Encinas 3370, Ñuñoa. La exposición permanecerá hasta el 20 de abril y la entrada es liberada en horarios de 10:00h. AM a 19:00h.