Coordinador ejecutivo de la Coordinadora de Estudiantes con Diversidad Funcional (Cedifuch)

Tomás Martínez: “Todavía hay estudiantes con miedo a decir públicamente que son del espectro autista”

Tomás Martínez: Hay estudiantes con miedo a decir que son del espectro
Tomás es estudiante de segundo año de Derecho y coordinador ejecutivo de Cedifuch.
Tomás es estudiante de segundo año de Derecho y coordinador ejecutivo de Cedifuch.
La Coordinadora de Estudiantes con Diversidad Funcional agrupa a estudiantes neurodivergentes, con movilidad reducida, personas no videntes o con baja visibilidad, entre otras.
La Coordinadora de Estudiantes con Diversidad Funcional agrupa a estudiantes neurodivergentes, con movilidad reducida, personas no videntes o con baja visibilidad, entre otras.
Tomás además participa de la Secretaría de Diversidad Funcional de la FECH.
Tomás además participa de la Secretaría de Diversidad Funcional de la FECH.

“A los estudiantes en situación de discapacidad nos cuesta conocernos y también, por experiencias de vida, nos cuesta integrarnos ciertos espacios”, dice Tomás Martínez (20) estudiante de Derecho de segundo año, al explicar por qué es importante generar instancias de encuentro y reflexión desde los mismos estudiantes para hablar sobre este tema. 

Es lo que él ha tratado de hacer desde que ingresó en 2022 a la U. de Chile. Tomás  pertenece al espectro austista y es parte de las dos instancias estudiantiles de la U. de Chile para visibilizar e implementar la perspectiva de la diversidad funcional. Desde la Secretaría de la Federación de Estudiantes (FECH), colaboró para que se incorporara esta política en  la propuesta de estatutos que debe votarse en las próximas semanas. 

En la Coordinadora de Estudiantes con Diversidad Funcional (Cedifuch) -que nació hace tres años y agrupa a estudiantes neurodivergentes, con movilidad reducida, personas no videntes o con baja visibilidad, entre otras- buscan acompañarse (“demostrar que no estamos solos”) que existan condiciones materiales y acceso igualitario a la clases, por ejemplo a través de adecuaciones curriculares. Pero también concientizar a sus propios compañeros para que conozcan más sobre ellos. 

En marzo pasado, por ejemplo, realizaron una capacitación para estudiantes de Derecho para explicar en qué consiste la política de inclusión de la Universidad y también porque consideran necesario hablar de esos temas en la Facultad. Uno de los desafíos, en este sentido, es convocar a más estudiantes a la agrupación, en particular a personas del espectro autista, pues aunque son un número importante dentro de la Universidad, parecen más invisibles.

-En ese caso puede ser más difícil encontrarlos ¿les ha costado sumar a más estudiantes?

Es un 50-50. Hay muchas personas del espectro austista, y en general de todas las diversidades funcionales, que están interesadas en sumarse. Pero hay otra mitad que tienen miedo de decirlo, todavía hay estudiantes con miedo a decir públicamente: sí, sabes que estoy dentro del espectro autista.

-Debe ser difícil porque es ponerse una “etiqueta” que puede traerte discriminación…

Sí, es un tema importante, que por lo menos -un poco debido a la contingencia- como Coordinadora tenemos que trabajar, qué es cómo hacerle frente a este estigma. Por lo menos las personas que estamos actualmente en la Coordinadora decimos “estamos dentro del espectro austista ¿y qué?”.

-¿Ese es tu lema?

No, no es un lema, es un poco la actitud. El mismo ejemplo del taller de Derecho. Al partir la sesión preguntamos ¿quién de aquí tiene alguna discapacidad? Levanten la mano. Y alguien levantó la mano y dijo yo soy parte del espectro austista. Ya, que bueno. Listo. Eso era. Fin.

-¿Hay alguna carrera o facultad en la Universidad donde creas que sea más difícil ese proceso?

En la FEN (Facultad de Economía y Negocios), que si bien tiene una muy buena infraestructura, no tenemos a nadie de ahí que esté dentro de la diversidad funcional, pese a que es la segunda o tercera mayor facultad con  personas en situación de discapacidad declarada. Es un tema tabú, como que a los estudiantes de FEN no les gusta declararlo o hacerlo más visible. (...) Tal vez tenga que ver con el tipo de carrera, con la idea que no puedes ser imperfecto, tienes que cumplir con cierto estándar y si no fracasaste dentro de esa carrera.

-Y en tu caso ¿no te costó contarle a tus compañeros cuando llegaste el año pasado como mechón?

A mí no me ha costado tanto decirlo, por lo menos cuando entré la Universidad, pensaba que sólo lo iba a decir a gente más de confianza, y a medida que fue pasando el tiempo y me fijé en la cantidad de problemas que estaba teniendo dije “bueno si yo se lo digo a la gente públicamente, es como este va a ser un estándar básico de convivencia”. Si estás dispuesto a ningunear esto, no estoy estoy dispuesto a interactuar contigo, así de simple. (...) Por lo menos mi relación con el autismo, es como decir  “tengo la piel blanca”, es una cualidad más de la persona, y si no estás dispuesto a respetarla, no hay nada que hablar, ese es mi piso.

-¿Qué cosas te ha enseñado ser parte de Cedifuch? ¿Qué has aprendido a nivel más personal?

Un poco lo que dije al comienzo, me ha ayudado a sentir que no estoy solo. Puede ser una cuestión que suena muy nimio, pero en el fondo es muy reconfortante. Sé que hay otros estudiantes que también han pasado por mis mismas experiencias y que tenemos algo en común. Y ese algo no es el autismo, es que vivimos ciertas violencias, entendemos el mundo de una misma manera, nos comunicamos de una forma más o menos similar. Hay una cierta experiencia común con esas personas, y eso ayuda.