Testimonios de estudiantes de regiones

Solos en Santiago: La experiencia de estudiar lejos del hogar y vivir en residencias universitarias

Solos en Santiago: estudiar lejos del hogar y vivir en hogares de la U
La Universidad de Chile cuenta con tres hogares universitarios, dos de los cuales son masculinos y uno femenino. Allí residen actualmente Matías y Natalia.
La Universidad de Chile cuenta con tres hogares universitarios, dos de los cuales son masculinos y uno femenino. Allí residen actualmente Matías y Natalia.
Matías Gamin se trasladó desde Cochrane a Santiago en 2023 para estudiar Ingeniería en Plan Común en la FCFM
Matías Gamin se trasladó desde Cochrane a Santiago en 2023 para estudiar Ingeniería en Plan Común en la FCFM
Natalia Quiroga, oriunda de Chillán, entró a estudiar Derecho en la U. de Chile en 2022.
Natalia Quiroga, oriunda de Chillán, entró a estudiar Derecho en la U. de Chile en 2022.

De Cochrane a Beauchef

En su habitación, Matías Gamín (18) tiene un calendario con los bellos paisajes de su región. Sobre su velador figuran fotos del río Baker, el lago Cochrane, San Lorenzo, las Capillas de Mármol, y otras postales  de una de las zonas más australes de Chile. Él quería traerse un pedacito de la región de la Aysén y lo compró pocos días antes de viajar para instalarse en Santiago  y empezar la carrera de Ingeniería, en el Plan Común de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, ubicada en el campus de Beauchef.

Al aterrizar en Santiago, después de volar por primera vez, el contraste de su natal Cochrane fue brutal. “Es que es muy distinto, yo vivía a ocho horas en bus, en una carretera no pavimentada, desde Coyhaique. Es un lugar con cuatro mil habitantes, es un pueblo. Allá todo muy tranquilo. No hay comparación”, dice con una sonrisa. 

Con un sistema de transporte público que puede ser hostil incluso para los propios santiaguinos, moverse por la ciudad fue uno de sus primeros desafíos.  “Ya llevo más de un mes aquí y aprendí a moverme mejor, pero al principio no sabía ocupar ni micro ni metro, todo era muy alocado. Por ejemplo,  en la micro el primer día me cerraron como dos veces las puertas en la cara y yo no entendía nada”, cuenta. 

Matías es el mayor de dos hermanos e ingresó a la U. de Chile como parte del Sistema de Ingreso Prioritario de Equidad Educativa (SIPEE). Como no tenía familiares en la RM postuló a un cupo en el Hogar Juan Gómez Millas, ubicado en pleno centro de Santiago. Allí ha podido compartir con otros estudiantes de Beauchef. “Han sido fundamentales. Ellos están muy dispuestos a ayudarme, por ejemplo mi compañero de habitación, Sebastián, me ha dado muchos consejos en cuanto a notas y profesores”, explica y añade que esa solidaridad ha sido muy importante porque le ha resultado complejo adaptarse a la exigencia de la carrera. 

“Sí ha sido muy difícil porque el primer mes estuve acostumbrándome a esta nueva vida y dejé un poco de lado lo académico,  ahora me doy cuenta de que quizás no debí hacerlo. Me pasó que sentía que tenía pocos días para estudiar, no sabía cómo estudiar, cómo organizarme y bueno, eso se ha ido reflejando en todas las entregas de las primeras notas”, reconoce.  

Pese a estos primeros reveses, mantiene el buen ánimo, cree que va a lograr remontar en lo que queda de semestre y aún está tranquilo con su decisión de viajar cientos de kilómetros para estudiar en Santiago. “Lo he conversado harto con mi mamá, porque a ella le preocupaba que me enfermará o dijera ‘no, como que esto no es para mí’. Y le digo que no, que aunque quizás no me esté llendo bien, lo tomo como un desafío y eso hace que tenga más ganas de mejorar”. 

Nostalgia de Chillán

Natalia Quiroga (19) llevaba casi dos meses viviendo en Santiago cuando regresó a su hogar en Chillán para pasar la Semana Santa. Sin embargo, al despedirse de su familia y subir al autobús de regreso a la ciudad, recuerda que no pudo contener las lágrimas. El llanto persistió por mucho tiempo y se cuestionó su decisión de estudiar tan lejos.

“En abril ya me sentía como arrepentida. Pensaba en que hice la valiente de venirme a otra ciudad y no pensé que allá tenía varias cosas que aquí no. Pero después cuando te proyectas a futuro y ves todo el esfuerzo que estás haciendo, sacas fuerza de ti mismo y dices ‘voy a seguir porque soy capaz’. No soy la primera persona que se va de su casa y al final se va adquiriendo más autonomía”, reflexiona. 

Hace casi un año ella vive en el Hogar femenino Mario Ojeda. En 2022 llegó a la capital desde la región de Ñuble a estudiar Derecho en la U. de Chile,  y durante todo su primer año tuvo altos y bajos en el proceso de acostumbrarse a esta nueva situación. El lado positivo fue que encontró gran apoyo en sus compañeras de residencia, alrededor de  50 mujeres con las que comparte espacios y vivencias.   

“Me llamó la atención desde el principio la cooperación que hay entre entre las chiquillas y cuando alguien llega te ofrecen ayuda, te muestran la casa, cómo usar las cosas, te hacen un tour  entre todas. Me pareció muy amigable y bien familiar. De hecho, desde que llegué han sido como un hogar para mí”, afirma. 

Sin embargo, alejarse de su familia fue un factor desequilibrante durante los primeros meses y tuvo que buscar ayuda dentro de la Facultad para superarlo. “Me acuerdo que cuando ya estaba mal, me ponía a llorar en la ‘U’ porque echaba de menos. Era raro porque por lo general soy una persona feliz. Igual me preocupé, fui al psicólogo de la Facultad y me ayudó harto ese sentido”. 

Con la perspectiva del tiempo, considera que encontrar otros pares que estuvieran viviendo lo mismo que ella y sentirse acompañada fue una de los mejores remedios. “Mi recomendación es salir y conversar con gente, compañeros de la carrera y con gente de regiones también. La facultad está llena de gente de regiones, de repente se hacen hasta grupo de whatsapp solamente con ellos. Yo lo hice y vi que había hartas personas que  pasaban por las mismas cosas que yo”. 

 

*Ambos testimonios son parte del ciclo de conversaciones con estudiantes destacados que organiza la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios (VAEC) de la Casa de Bello.