En octubre de 2022 Javier Villalón (19) viajó a Biarritz, Francia, para participar por primera vez en un Mundial de pelota vasca. El momento era muy importante no solo porque era la culminación de siete años de esfuerzo, la posibilidad de jugar con deportistas de élite en un territorio que marcó el origen de esta disciplina, si no también porque poco tiempo antes había fallecido su bisabuela de origen vasco, la mujer que lo inspiró a practicar este deporte.
“Empecé a jugar porque mi bisabuela, que murió el año pasado, era vascofrancesa y entonces, en esa búsqueda un poco de mis orígenes llegué a este deporte”, cuenta. Al recordar lo que significó aquél viaje, donde le tocó enfrentarse al campeón mundial de la disciplina, añade que “fue muy significativo porque justo en esa época, unas semanas antes de irnos, murió mi bisabuela, entonces fui cargado emocionalmente”.
Aunque la experiencia fue enriquecedora, tuvo que enfrentar varios obstáculos: se lesionó el tobillo y le tocó jugar contra el equipo francés, que en ese momento eran campeones del mundo. Sobre esta experiencia dice que comparte la misma filosofía que expresó el baquestobalista Giannis Antetokounmpo sobre una derrota en la final de la NBA. “Él dice que en el deporte el fracaso no existe, lo dice a propósito de que quedaron eliminados. Y así es: en el deporte no hay fracasos, uno siempre aprende y al final el fracaso siempre es muy formativo”, afirma.
Disciplina vasca
Javier Villalon entró a la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile en 2022. Hoy su tiempo se divide entre las clases de Civil o Constitucional y la práctica de pelota vasca, específicamente en la modalidad “paleta goma”. Según explica, este es un deporte muy amplio, y se asemeja al atletismo, en el sentido que existen muchas categorías o modalidades.
En términos generales, su modalidad requiere de, al menos, dos jugadores o bien de dos parejas que golpean por turnos una pelota contra un muro llamado «frontis», hasta conseguir un punto. “Es muy anaeróbico, por así decirlo, porque te quedas sin aire durante los puntos, son muy intensos”, cuenta Javier.
Las reglas que se utilizarán en los próximos Juegos Panamericanos determinan que cada juego tendrá dos set de doce puntos cada uno y de ser necesario un tercero de siete puntos. En promedio cada anotación demora en concretarse entre 30 segundos y un minuto. “Es un poco -yo diría- como el tenis, en el sentido de que antes de sacar tienes todo el tiempo del mundo, pero durante el punto es todo seguido. Es muy intenso y eso me atrae”, cuenta.
Preparación panamericana
Durante los últimos siete años Javier ha practicado este deporte, primero en el Stade Francés y luego en el Centro Vasco. En 2022 participó en los Juegos Sudamericanos de Rosario, luego en el Mundial y ahora su próximo desafío son los Juegos Panamericanos donde aún está luchando por obtener un cupo.
Para cumplir ese objetivo entrena tres veces a la semana y cuenta con garantías de estudio y apoyo de la Facultad de Derecho. “Puedo acceder al gimnasio en el horario que quiera y necesite. Eso me sirve mucho porque hay momentos que tengo ventanas, ratos libres, y aprovecho para hacer la rutina que me la manda el preparador físico. Entonces, esa es una gran ayuda”.
Además del apoyo institucional, Javier destaca la contención que ha tenido de sus padres, amigos y su polola durante este período, justo a un mes de conocer si podrá representar a Chile en el encuentro deportivo más grande que ha organizado el país. “Me estoy preparando a nivel físico, técnico y mental”, dice y agrega “en la semana se reparten días físicos y días técnicos. Los miércoles jugamos partidos de liga, que cuentan para la clasificación panamericana. Eso, aparte de los campeonatos nacionales, que son uno cada mes”.
En el aspecto “mental” cuenta con una psicóloga con la que tiene sesiones todas las semanas para abordar y manejar la presión de la competencia, y también la carga académica que significa una carrera como Derecho. Aunque tiene toda su energía en el proceso, no canta victoria sobre si logrará clasificar. “Somos cuatro que estamos compitiendo. Y es una competencia dura, o sea, al final yo diría que entre los cuatro puede quedar casi cualquiera”.
Al reflexionar sobre el futuro de este deporte, Javier afirma que espera que pueda tener un mayor alcance a nivel nacional e internacional. “Uno de mis sueños es que llegue a ser un deporte olímpico. Estamos recién en una de las primeras etapas de ese proceso, que es que llegue a los Juegos Panamericanos, una instancia preolímpica, y si se mantiene en una de esas tenemos el Front Ball en las olimpiadas”.
Precisamente es esta modalidad donde tiene puestas sus esperanzas. “Es muy replicable, mucho más masiva. Es un poco como el fútbol, donde solo necesitas dos arcos y una pelota. Acá es una pelota y una pared, entonces es súper replicable en cualquier lugar y por cualquier persona”, concluye.
La competencia de pelota vasca será desde el 31 de Octubre al 5 de Noviembre próximo, en el Estadio Español.