Llamado a cuidar el bosque mediterráneo del Chile Central

Académico destaca los beneficios de los árboles frente a las intensas lluvias del invierno

Académico destaca los beneficios de los árboles frente a las lluvias

Mucha lluvia, viento y frío son las claves que desde hace meses se viene advirtiendo con la llegada del Fenómeno del Niño a nuestro país. Así, la intensidad del agua caída ha dejado estragos en diversas comunas de valles y cordilleras con casas anegadas y familias damnificadas. Frente a este escenario, los árboles cumplen un rol fundamental, no solo en como parte importante de la biodiversidad y de los ecosistemas sino que para afrontar diversos escenarios que implican la rápida acumulación de agua, su poca absorción y eventuales deslizamientos de tierra.

El profesor Sergio Donoso de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la NaturalezaEl académico Sergio Donoso, de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile destaca “la protección que nos entregan los árboles frente, por ejemplo, a las precipitaciones que han ocurrido, sobre todo por cómo regulan los flujos hídricos”. En esta línea, se refleja en que los bosques actúan como una barrera natural que resguarda a las comunidades de las precipitaciones intensas, evitando la erosión del suelo y los deslizamientos de tierra.

En este sentido, los árboles ayudan especialmente en áreas boscosas y con vegetación densa, ayudan a mitigar las inundaciones al actuar como barreras naturales que absorben y retienen parte del agua de lluvia. Sus raíces contribuyen a estabilizar el suelo, evitando la erosión y el arrastre de sedimentos, lo que a su vez reduce el riesgo de desbordamientos de ríos y arroyos.

“Una de las claves para poder entender y proteger nuestros ecosistemas es saber el rol que cumplen dentro de nuestra vida y, en particular, de los bosques mediterráneos que son del Chile Central”, señala Donoso, quien es investigador del Laboratorio de Bosques Mediterráneos de la FCFCN. 

En la misma línea, Claudia Espinoza, investigadora del mismo Laboratorio, destaca que los árboles “regulan la temperatura del ambiente, son un refugio de nuestra diversidad de animales como aves, reptiles, mamíferos e insectos; capturan el dióxido de carbono, protegen los suelos de la degradación y la erosión, además de múltiples beneficios recreacionales”. 

“Es necesario que las personas se den ese espacio de tiempo, de recorrer, caminar, reconocer, admirar y valorar nuestros bosques mediterráneos chilenos”, cierra el profesor Sergio Donoso.