Seminario sobre convivencia universitaria

Salvador Bello: “Al hablar de las funas podemos hacer pedagogía entorno a la violencia sexual y a nuestra propia sexualidad”

Salvador Bello: “Al hablar de las funas podemos hacer pedagogía"
Salvador Bello es psicólogo y ha trabajado el tema de las masculinidades y la funa.
Salvador Bello es psicologo y ha trabajado el tema de las masculinidades y la funa.
Hasta el viernes 13 de octubre se desarrolla el seminario de convivencia universitaria organizado por cuatro casas de estudio.
Hasta el viernes 13 de octubre se desarrolla el seminario de convivencia universitaria organizado por cuatro casas de estudio.
Durante 2023 Salvador y otros profesionales de la Dirección de Salud Estudiantil (DSE) han implementado talleres para abordar esta problemática con las comunidades educativas.
Durante 2023 Salvador y otros profesionales de la Dirección de Salud Estudiantil (DSE) han implementado talleres para abordar esta problemática con las comunidades educativas.
El seminario finaliza este viernes 13 de octubre en Casa Central. La entrada es liberada, previa inscripción.
El seminario finaliza este viernes 13 de octubre en Casa Central. La entrada es liberada, previa inscripción.

Para Salvador Bello, psicólogo de la Dirección de Salud (DSE) 2018 marcó un hito en cuanto a las denuncias a través de redes sociales, más conocidas como “funas”. Todo se dio en el contexto del mayo feminista y, según explica, en ese momento comienzan a masificarse y se vuelven una herramienta de la que se habla, que se se problematiza y que, además, comienza a tener efectos concretos.

“A partir de las funas se empieza a generar la movilización feminista. Ahora, la Universidad de Chile, ya venía trabajando en  un protocolo en temas de acoso desde antes del 2018. Lo que hacen las movilizaciones es que lo apura y hace que se instaure el protocolo de actuación, si no me equivoco a final del 2018, principios de 2019”, señala. 

Durante los últimos años, Salvador, junto a profesionales del equipo del SEMDA han trabajado en estos temas, atendiendo a estudiantes involucrados en estas denuncias públicas. Parte de esas experiencias serán parte de la exposición del primer seminario de convivencia universitaria "Salud Mental, Género y Comunidad”, que se realiza en conjunto con las universidades Tecnológica Metropolitana (UTEM), Diego Portales (UDP) y Alberto Hurtado (UAH). 

En la mesa, que compartirá con un profesional de la Universidad de Ciencias de la Educación (UMCE), reflexionarán sobre la violencia de género y la reincorporación estudiantes que han sido objeto de funa en la comunidad universitaria. “Estamos tratando de desatar los nudos que hay en torno a esa idea, de que un estudiante es expulsado de la comunidad y luego, después de un proceso en la que varios profesionales nos hacemos parte directa o indirectamente, tendría la capacidad de volver. Hay varios elementos: primero, pensar en por qué un estudiante es expulsado de la comunidad. Y eso nos hace mirar el fenómeno de las funas por violencia de género y su trayectoria”, cuenta.  

Bello aclara que la violencia de género es un continuo, pero tiene diferentes escalas, desde cuestiones, actitudes y gestos muy pequeños hasta acciones que atentan contra la vida de las personas. “La línea,  esa graduación, se ha desdibujado y las empezamos a considerar bajo la misma gravedad.  Y, por lo tanto, nuestra reacción sancionatoria cuando se rompe una norma –desde lo más mínimo hasta lo más extremo– recibe la misma sanción. La misma respuesta por parte de la comunidad”.

¿En la vida universitaria cómo o dónde ocurren la mayoría de las situaciones que dan origen a las funas?

Lo podemos encontrar en varios contextos, pero lo que más escucho en la consulta es el contexto de carrete. (...) muchos jóvenes, están introduciéndose en la sexualidad, están experimentando. Explorando, muchas veces, en contextos de riesgo.  En los carretes hay consumo de alcohol, a veces consumo de drogas. Entonces se exponen a situaciones de riesgo, donde muchas veces no hay capacidad de gestionar situaciones de incomodidad, malestar o de abuso, así como establecer practicas de cuidado que prevengan esas situaciones de riesgo. Lo que termina pasando es que no logramos distinguir  qué está dentro de aquello que puedo resolver entre pares, entre iguales, y aquello que efectivamente implica que aparezca un tercero que haga una investigación, que establezca sanciones y mecanismos para que esto no vuelva a ocurrir.

¿Cómo se trabaja con los estudiantes en estos casos?

Todos los mecanismos que ha establecido la Universidad (...) intentan que esto no vuelva a ocurrir. Y aquí hay otro punto, una persona que ejerce violencia no es necesariamente violenta. Las personas podemos llegar a ejercer violencia por muchas razones. No porque seamos malas. No porque yo llegué a ejercer violencia en un momento, eso tenga que volver a repetirse. Las razones por las que puede volver a repetirse es porque yo no hablé de eso. No lo elaboré, no lo problematice con alguien más. Y porque probablemente tampoco tuvo consecuencias. O sea, si yo transgredo a alguien y eso recibe el silencio cómplice de mis pares, no hay problematización por parte de mis pares, no hay un cuestionamiento, ni ningún tipo de sanción, probablemente voy a volver a hacer eso.

¿Qué herramientas tenemos para prevenir o cómo lo detectamos? 

A partir de poder hablar de las funas, de esos miedos o temores, esos prejuicios, podemos hacer una labor pedagógica en torno a la violencia sexual y en torno a nuestra propia sexualidad. (...) Y también de las formas en las que elaboramos socialmente todas estas cosas, porque precisamente uno de los mecanismos de la violencia para perpetuarse es el silencio. Entonces, en la medida que hablamos de esas cosas, también vamos teniendo más herramientas para detectar, para prevenir, para despejar nuestros prejuicios. Vamos, digamos, disminuyendo el campo de acción de la violencia como fenómeno.