"Hoy comienza el fin de la decadencia en Argentina". Con estas palabras, el Presidente Electo de Argentina, Javier Milei, inició su discurso tras enterarse de su triunfo con el 56% de los votos válidamente emitidos, versus el 44% alcanzado por el candidato peronista Sergio Massa.
Aunque para muchos, la derrota de Massa fue algo sorpresivo, el académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, prof. Federico Rojas de Galarreta, afirma que lo realmente relevante fue la diferencia en el porcentaje de sufragios que logró sumar Milei respecto de la primera vuelta.
A juicio del profesor del IEI, en estas elecciones había que elegir -por lo menos eso se desprendía de las campañas- entre continuar con la crisis económica y social existente, que a juicio de Milei ocurriría si no votaban por él, o la defensa de los valores democráticos que era la consigna de Massa.
“Aún cuando pienso que Sergio Massa no fue un mal candidato, el problema es que seguía siendo el Ministro de Economía argentino y, por ende, se le sindicaba como el responsable de todos los males económicos que aquejan a los trasandinos. Pero más que un voto de castigo, lo que realmente gatilló el triunfo de Milei fue la sensación por parte del pueblo argentinos de que así no pueden seguir”, comentó.
Gobernabilidad
Sin lugar a dudas, el triunfo de Milei en las urnas, en ningún caso quiere decir que tendrá un gobierno fácil. Se cree que todo lo contrario, principalmente porque no cuenta con una mayoría en el Congreso, razón por la cual seguramente muchas de sus promesas de campaña no se podrán cumplir.
“El Congreso sigue siendo liderado por el peronismo. También hay un número bastante considerable de parlamentarios que no pertenece a ni a la bancada peronista ni a la coalición de Milei, pero que ya aclaró que serán oposición”, explicó el prof. Rojas de Galarreta.
Asimismo, aclara que Milei deberá enfrentar otro escenario complicado, en lo que respecta al poder federal, razón por la cual deberá ir a la caza de gobernadores propios.
Posibles escenarios
La realidad antes descrita plantea tres escenarios posibles. Todo dependerá si el Presidente se allana a negociar con la oposición. De ser así, conseguiría el apoyo legislativo y territorial total, lo que también tiene sus costos sobre su propia base electoral.
“O bien podría conseguir un apoyo parcial, pero en ese escenario no le alcanzarían los votos para aprobar sus leyes y proyectos, por lo que tendría que intentar gobernar a través de decretos, generando gran inestabilidad. Y si opta por no negociar, claramente no podrá avanzar en su agenda legislativa, con lo que su mandato perdería toda legitimidad, tanto así que incluso se expondría a un juicio político. Este no es un escenario posible hoy, sino que dependería de si pierde el apoyo de su propia bancada y socios”, explicó.