Víctor José Eugenio Gough Gubbins Browne Arquitecto (1932-2023)
Arquitecto chileno y Premio Nacional de Arquitectura 2000. Fue un apasionado por su profesión y por los desafíos de la ciudad, que resumía en el anhelo de "ciudadanizar la arquitectura y arquitecturizar la ciudad”; entendiendo que arquitectura y ciudad no son en sí mismas sin quienes las hacen y habitan.
Hijo del inmigrante irlandés George Gough Gubbins Beausire y de la hija de descendientes ingleses y criollos Mary Browne Fernández, Víctor nació en 1932, como el menor de seis hermanos, en el Pasaje Templeman del Cerro Alegre de Valparaiso, ciudad donde se crió y donde estudió en el colegio Sagrado Corazón y en la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, recibiéndose de arquitecto en 1957 y manteniéndose hasta sus últimos días como hincha de Santiago Wanderers, el "Decano" del fútbol chileno.
En 1959 se fue a vivir a París con su mujer de toda la vida, Carmen Foxley Rioseco, becado por el Gobierno de Francia para un curso de seis meses, pero se quedó siete años más trabajando. Allí nacieron sus tres hijos mayores: Verónica, Pedro e Isabelle y colaboró con André Wogenscky hasta 1967.
A su regreso a Chile, entre 1969 y 1976 tuvieron dos hijos más, Martín y Francisca, y fue socio del Premio Nacional de Arquitectura Christian de Groote. Luego, entre 1976 y 1996 fue socio del arquitecto Ernesto Labbé; y finalmente del arquitecto Pedro Gubbins, con quien formó la oficina Gubbins Arquitectos Consultores, protagonista de muchos hitos arquitectónicos del país entre 1996 y 2016.
Víctor Gubbins fue además un líder gremial valiente y devoto de su profesión, rol que cumplió en años muy duros ejerciendo como Presidente del Colegio de Arquitectos de Chile entre 1982 y 1986, posición desde la cual levantó una voz importante en defensa de los arquitectos, y de los colegios profesionales en general, frente a la autoridad dictatorial de la época, exponiendo incluso su seguridad al ser objeto de acosos cotidianos por parte de los órganos de vigilancia y persecución.
Siempre le dio un carácter social al ejercicio de la profesión. Muchos recuerdan aún su voz autorizada transmitiendo por la radio mensajes de calma y cuidado a la población del país en los minutos siguientes al terremoto de marzo de 1985. O sus fundamentales aportes en diseño urbano y de edificios de rehabilitación para personas con discapacidades físicas, en las ciudades y en los edificios Teletón a lo largo del país.
Terminada su presidencia continuó aportando gremialmente como Presidente del Tribunal de Ética del Colegio de Arquitectos entre 1986 y 1990; y, como Presidente de la magnífica X Bienal de Arquitectura de 1995, concebida bajo una pregunta que era su obsesión "¿Qué ciudad queremos?", donde abrió espacio a jóvenes arquitectos que hoy son líderes en la disciplina.
Su vocación docente formó a varias generaciones de arquitectos en distintas universidades, como profesor de taller o de talleres de título en:
(i) la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Chile de Valparaíso, entre 1967 y 1969; (ii) la Universidad de Chile de Santiago en 1987; (iii) la Pontificia Universidad Católica de Chile en Santiago entre 1969 y 1973, y entre 2000 y 2006; (iv) la Universidad Central entre 2005 y 2009; (v) la Universidad Mayor entre 2007 y 2009; y, (vi) la Universidad San Sebastián en 2009.
Entre otros reconocimientos, en 1987 fue designado miembro honorario del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España y en 2007 del Colegio de Ingenieros de Chile; además de ser nombrado miembro del Comité Asesor de la "Comisión Bicentenario 2010", entre 2001 y 2009.
Entre sus numerosas obras en destacadas se pueden mencionar:
(i) En arquitectura la Siderúrgica Huachipato, diseñada con Christian de Groote; los primeros edificios para centros de rehabilitación infantil de la Teletón, incluyendo su hermosa sede central en la Alameda de Santiago, junto a Ernesto Labbé; y, el actual edificio de TVN en la capital, junto a Pedro Gubbins;
(ii) En urbanismo, disciplina que le fascinaba, los estudios de bordes costeros eran su debilidad: Antofagasta, Villarrica, Valdivia, entre otros; y,
(iii) Menos conocida pero muy relevante también fue su faceta de diseñador gráfico, con afiches y portadas memorables, como la Revista de Letras de la UC, vinculándose con artistas y poetas como Roser Bru o Enrique Lihn, con quienes con Carmen forjaron profundas amistades.
Será recordado como un hombre ejemplar; bueno, apasionado y trabajador; amante incondicional de su mujer y protector de su familia hasta en las circunstancias más difíciles de nuestra historia; un profesional de excelencia que combinó virtuosamente el aporte a la sociedad, la dignificación de la profesión y la formación de la juventud.
Su mujer, cinco hijos, veinte nietos, amistades, colegas, discípulos y autoridades de Chile le agradecen una vida llena de logros y entrega, y lamentan mucho su partida, esperando que su legado permanezca y contribuya a hacer de nuestras ciudades espacios más humanos y de Chile un país mejor.
Diciembre, 2023