Día del nutricionista

“Lo mejor del nutricionismo es aprender cómo la alimentación puede marcar la vida de una persona, para bien o para mal”

"La alimentación marca la vida de una persona, para bien o para mal"
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Profesor Rodrigo Valenzuela, director del Departamento de Nutrición de la Facultad de Medicina.

El profesor Rodrigo Valenzuela ingresó a estudiar nutrición a la Universidad de Chile en el año 1999, cuando tenía 18 años. Actualmente, cuenta con un Magíster en Nutrición y Alimentos, mención Alimentos Saludables, un doctorado en la misma área, y es Director del Departamento de Nutrición de la Facultad de Medicina de la Casa de Bello.

A pesar de ser un asiduo amante de su profesión, no siempre tuvo clara su vocación: “Siempre me gustó el ámbito del metabolismo y la energía, y cuando di la prueba, siendo bien honesto, pude entrar a estudiar nutrición. En ese tiempo, el puntaje de ingreso era bastante alto, y entre mis opciones estaba bioquímica y nutrición, y aquí estoy”, comentó.

Entonces, ¿Por qué se decidió finalmente por nutrición?

El profesor Valenzuela respondió que “en esa época, era bien conocido el doctor Fernando Monckeberg, quien había trabajado en el INTA (Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile) en todos los temas de desnutrición. Si bien en ese entonces la desnutrición ya había sido erradicada en Chile, por otra parte, estaba el problema de la obesidad como algo creciente”. 

Ese fue uno de los puntos que llamó su atención, a pesar de no saber mucho sobre la carrera: “Yo desconocía mucho el detalle de la profesión, de hecho, aprendí más sobre ella en la medida que estudié. A mí en general me gustaba la química y la biología, y la verdad, preferí nutrición porque lo vi más vinculado a lo humano”, señaló.

¿Qué es lo que más le gusta de ser nutricionista?

“Yo me enamoré de mi profesión, siempre lo he dicho”, afirmó el director. “Cuando entré a estudiar, solo sabía algunas cosas, pero en la medida en que fui estudiando, primero me di cuenta de que durante los cinco años de formación de pregrado, me habían enseñado cosas muy importantes, pero que si quería destacar, tenía que seguir estudiando”, aseguró.

Así fue como, en la medida que fue estudiando y aprendiendo cosas nuevas, “mi profesión comenzó a transformarse en mi vida. Durante mi carrera, me he dedicado mucho al metabolismo de los ácidos grasos, las grasas, los aceites, los lácteos, y cada vez que aprendo más cosas, me gusta más”, sostuvo.

Para él, “lo mejor de ser nutricionista es aprender cómo la alimentación, lo que comemos, puede marcar la vida de una persona, para bien o para mal”.

El profesor Rodrigo Valenzuela recibió su título profesional en el año 2003, y antes de dedicarse por completo a la academia, trabajó inicialmente en atención primaria, en el Servicio de Salud Municipal de Paine, para luego, ganarse una beca para realizar su magíster en el INTA, mientras que en paralelo trabajaba en Sodexo: “Cuando saqué mi magíster, me quedé trabajando en la industria, hasta que me ofrecieron venir a trabajar a la Universidad de Chile, con la oportunidad de obtener una beca para realizar mi doctorado”.

Así fue como llegó a trabajar a la Facultad de Medicina, lugar en el que finalmente se quedó trabajando a tiempo completo: “Me demoré alrededor de cuatro años en sacar mi doctorado, y ahí me quedé como académico, haciendo docencia e investigación”.

¿Le gusta la docencia?

“Me gusta muchísimo la docencia. Sobre todo, el tener la oportunidad de formar gente”, respondió. “Yo trato de formar a mis alumnos en todo el sentido amplio de la palabra, desde entregar conocimientos, hasta guiarlos en su potencial desarrollo profesional”, añadió.

Además de ejercer como director del Departamento de Nutrición, el profesor Valenzuela actualmente tiene dos cursos a su cargo en la Escuela del mismo nombre: Alimentos 1 y Bioquímica Nutricional. Sumado a esto, también realiza clases como profesor participante en otros ramos de la misma carrera, e imparte clases en la Escuela de Medicina, Química y Farmacia, e Ingeniería en Alimentos.

En el caso de postgrado, realiza docencia para los programas de magíster del INTA, el Magíster en Nutrición, el Doctorado en Nutrición y Alimentos, y en los programas de especialidades médicas asociadas a la nutrición de la Facultad de Medicina.

“Recibir alumnos nuevos me da la oportunidad de formarlos desde cero en el ámbito de proyecciones de desarrollo, y entregar conocimiento de excelencia, que es lo que caracteriza a nuestra casa de estudios. Pero, más allá del contenido, en la Escuela de Nutrición formamos profesionales que la gente reconoce como buenos y de calidad humana”, aseguró.

¿Cómo ha sido ser director de Departamento?

El profesor Valenzuela manifestó que “como muchos académicos, no quería serlo. Me tocó ir a la elección y gané, y la verdad ha sido bonito. Obviamente, la carga laboral es harta y la burocracia del sistema público es compleja, pero creo que he podido encausar el Departamento de Nutrición hacia una mayor competitividad académica".

Asimismo, agregó: “Me encuentro en una etapa de transición, en la cual tenemos profesores titulares que ya están próximos a jubilar, y a su vez tenemos nuevas contrataciones, gente joven, principalmente profesores asistentes, que necesitan una dirección clara y fuerte en sus carreras académicas, para que este departamento siga teniendo la productividad científica que ha tenido hasta ahora, que es una de las más altas de la Facultad de Medicina”.

En su percepción, ¿Cuáles son los principales desafíos que actualmente enfrenta la nutrición en nuestro país?

Según el director de Departamento, los desafíos son múltiples, pero se pueden resumir en tres ámbitos principales: “Uno de ellos se asocia a las condiciones sanitarias del país. En Chile, el sobrepeso y la obesidad continúan aumentando en todos los grupos etarios, con todas las patologías asociadas que ello conlleva, y no hemos logrado corregir ese problema”.

En segundo lugar, “y de forma creciente para nuestra profesión, está la seguridad alimentaria. Llevamos más de 10 años de sequía, y se han perdido cientos de miles de hectáreas cultivables, entonces, ¿Cómo vamos a obtener alimentos para la población?”.

Como tercero y último, “hace años atrás, tan solo había cuatro escuelas de nutrición en el país, mientras que hoy en día, hay más de 40. Entonces, la formación de nutricionistas ha aumentado exponencialmente a lo largo de nuestro país, y eso nos obliga a avanzar hacia la especialización y formación continua, especialmente en programas de magíster y doctorados, para formar profesionales especialistas en áreas de vital necesidad para la población”, concluyó.

¿Qué es lo que más le gusta de la Universidad de Chile?

Para el profesor Rodrigo Valenzuela, “la Universidad de Chile es lo mejor que tiene el país, con sus luces y sus sombras. Esta universidad, desde que fue creada, ha sido capaz de representar a la sociedad chilena tal como es, en su día a día, y de darle la posibilidad de mejorar en base al conocimiento”, declaró.

Asimismo, agregó que “en esta universidad todos los puntos de vista son escuchados. Está compuesta por gente de los más diversos orígenes y conocimientos, y es gente que en su mayoría tiene una conciencia muy grande sobre lo que significa la educación para el país”.

¿Qué mensaje les daría a todas las y los nutricionistas en su día?

“Bueno, que celebremos nuestro día, por supuesto”, expreso. “Este es un año muy especial para nosotros, porque se cumplen 50 años de Leche Purita. Este alimento, que hasta el día de hoy es entregado por el estado, en todos los centros de salud del país, a todos los niños y niñas de Chile, fue clave para lograr erradicar la desnutrición infantil en Chile”.

Al respecto, explicó que Leche Purita “no solo fue fundamental para eso, sino que fue el punto de partida para que el país cambiara. Desde garantizar el agua potable a la población, garantizar un baño, enseñar sobre la importancia del lavado de manos, inculcar que los niños deben nacer en hospitales, educar sobre lo necesario de un control profesional durante el embarazo, la masificación de los programas de vacunación, entre tantas otras cosas, todo eso fue gracias a Leche Purita”.

Leche Purita se creó en el año 1974, y en el año 1985, tan solo 11 años después, la desnutrición en Chile disminuyó de forma sustancial, hasta que se erradicó prácticamente en su totalidad el año 1990, pasando de existir 26 centros de rehabilitación para niños con desnutrición, a tener uno solo en el país en la actualidad.

El profesor Valenzuela recalcó que “este logro debería hacernos sentir muy orgullosos -a los nutricionistas-, porque fueron las colegas de aquella época, hace 50 años, quienes abogaron por la implementación de este programa, y hemos sido todos nosotros, hasta el día de hoy, quienes defendemos su mantención, buscando seguir garantizando la alimentación y nutrición de nuestros niños”.

¿Qué le diría a los alumnos que están pensando en estudiar nutrición?

“Que valoren la profesión. Es una profesión muy bonita, que abre muchos caminos de desempeño profesional. No es una profesión que uno estudie por ganar dinero, porque lo que yo siempre he dicho es que el dinero llega cuando la gente se desarrolla. Es una profesión de la salud y para la salud de las personas, que influye en muchas otras áreas de la sociedad, así como en la producción de alimentos. Requiere de mucho compromiso con el país, con su gente, con la población que vive en Chile", señaló.

Por último, "les diría que hagan todo lo que esté a su alcance para lograr ingresar a la Universidad de Chile, porque insisto, es la mejor universidad para estudiar nutrición”, concluyó.