La importancia de integrar cálculo de probabilidades desde la infancia

La importancia de integrar cálculo de probabilidades desde la infancia
"Cuando realizamos ejercicios de pensamiento puramente lógico, las niñas toman la delantera", dice la profesora Laura Martignon respecto de su trabajo en el grupo "Matemáticas, didáctica y genero".
"Cuando realizamos ejercicios de pensamiento puramente lógico, las niñas toman la delantera", dice la profesora Laura Martignon respecto de su trabajo en el grupo "Matemáticas, didáctica y genero".

La colombiana Laura Martignon, destacada Doctora en Matemática de Tubingen, Alemania, fue una de las renombradas académicas que defendió la tesis de que la aplicación del conocimiento probabilística desde la primera escolaridad constituye una de las herramientas primordiales a la hora de resolver problemas. Y lo hizo con fervor.

En su exposición, denominada "Desde el razonamiento lógico al probabilística en los niños", afirmó que una de las características fundamentales de las probabilidades y las estadísticas es que son emancipatorias. Permiten esclarecer el conocimiento y la información numérica de representaciones complejas, como también reducir las implicancias de la incertidumbre en la conducta humana.

Los científicos que participan en el Simposio coinciden que uno de los ámbitos más comunes en donde es posible observar la necesidad de hacer un vuelco hacia las probabilidades y estadísticas es en el campo de la medicina. A menudo se conocen casos de pacientes a los que se les ha entregado un resultado equivocado de un examen de salud, cuestión que casos como, por ejemplo, el VIH-Sida, puede tener consecuencias nefastas.

Esto pasaría -dicen los científicos- precisamente porque los médicos no manejan las habilidades matemáticas de las probabilidades. Porque, efectivamente, existe la probabilidad de que un examen arroje VIH positivo aún cuando el paciente no sea portador del virus del Sida, y una mala interpretación puede arruinar la vida de una persona que confía ciegamente en su doctor.

Como una forma de mermar está problemática que se expande hacia el mundo de los negocios, la justicia y otros, Alemania ha comenzado a dar un paso adelante.

Según relata la profesora Martignon, el país germano está aplicando, no sólo en los cursos superiores, sino también en las escuelas primarias, un impulso al uso de las probabilidades en la vida cotidiana. "Estamos conscientes de que debemos hacerlo de una manera muy atractiva, porque estamos muy atentos de velar que los dos géneros estén muy contentos con las matemáticas", explica.

Por medios de juegos de adivinanzas como por ejemplo: Adivina, tengo una flor roja. ¿Cuántas probabilidades tengo de que sea una rosa?, y el uso de materiales didácticos como cubos, se les está enseñando a los niños pequeños a realizar sus primeras categorizaciones cuantificadas. Algo muy similar a lo que ocurre con el juego "¡Adivina quién!". Por ejemplo: El personaje tiene barba. ¿Cuántos de los hombres que aparecen en el tablero cuentan con esta característica?

 
Los científicos que participan en el Simposio coinciden que uno de los ámbitos más comunes en donde es posible observar la necesidad de hacer un vuelco hacia las probabilidades y estadísticas es en el campo de la medicina.

En su exposición Laura Martignon presentó, además, el proyecto Coactive, que surge a consecuencia del Programme for Internacional Student Assessment PISA.

El programa PISA fue una evaluación a nivel mundial que buscó establecer la capacidad de pensar en las materias escolares, en estudiantes de 15 años de todo el mundo. "A los ojos de los alemanes a ellos les fue mal, porque se posicionaron en el medio en muchas materias, y eso los afectó. La reacción a Pisa en Alemania fue de choque, entonces hubo una reformulación en la cual participamos varios colegas", explica la científica.

"Entonces nos surgió la pregunta: ¿qué hace un buen profesor de matemáticas, qué caracteriza a un buen profesor de matemáticas? Entonces, se compararon en el tiempo las clases de ciertos maestros de este ramo y se decidió cuáles son las buenas clases, cómo son los profesores que las dan. Porque lo que define a un buen profesor es su clase. Independiente de cuánto sepa. Su capacidad didáctica es la clave que dice si él es bueno o no. Por esto nosotros hemos implementado un modelo de enseñanza en nuestras Escuelas de Pedagogía, donde el contenido de la materia se enseñe paralelamente a la didáctica de la materia. En el caso de las matemáticas, la transmisión de conocimientos es muy directa entre profesor y alumno", agrega.

El Género y las Matemáticas

Laura Martignon es, además, Directora del grupo "Matemáticas, didáctica y genero" del Institut für Mathematik und Informatik, Pädagogische Hochschule de Ludwigsburg, Alemania. Sus trabajos se han centrado en la caracterización de las estrategias cognitivas explotadas por los humanos para tomar decisiones y, en especial, en los niños de etapa escolar.

-Cada año cuando se observa el número de puntajes sobre los 700 puntos en la PSU de Matemáticas es posible distinguir que los hombres superan en esta disciplina a las mujeres. Muchas de las carreras que tiene una fuerte preponderancia de las matemáticas en su malla curricular están en su mayoría conformadas por hombres. ¿Cómo ve usted esta relación entre mujer y esta disciplina?

-A mí las matemáticas me fascinaron desde pequeña. Pero yo tuve mucho apoyo de mi papá. Porque hay muchas mujeres a las cuales les dicen: "pero las matemáticas no son para ti". Mi papá me ayudó muchísimo. Yo pude terminar mi licenciatura en Colombia e irme becada a Alemania donde, tengo que reconocerlo, mis profesores, que estaban acostumbrados a tener sólo hombres en sus clases, me protegieron, se alegraron y me ayudaron bastante. Actualmente tengo un proyecto interesante de "Género y Matemáticas". Tendremos la primera conferencia ahora en Berlín, que será un Simposio de Género y Matemáticas, dentro de la Conferencia de Matemáticas y Didácticas. En éste presentaremos los resultados de  un estudio con niños pequeños sobre la estrategia de hacer cuentas de matemáticas con los dedos de las manos. Las niñas tienden a conservar por un mayor tiempo el apoyo de los dedos para hacer cuentas. Esto no es bueno o malo, porque lo que importa es la respuesta correcta. Además, la niñas toman un poco más de tiempo en realizar una suma, estadísticamente hablando.

-¿Significa eso que las mujeres demoran más en adquirir habilidades cognitivas?

No. Algo interesante que hemos observado es que, cuando realizamos ejercicios de pensamiento puramente lógico, las niñas toman la delantera.

-¿La brecha entre hombres y mujeres en relación con las matemáticas es estructural e insalvable?

-No. Respecto de la relación de la mujer con las matemáticas puedo decir que la situación está mejorando mucho. En pocos años ha habido un avance en la inserción de las mujeres en las matemáticas verdaderamente sorprendente. Nosotros hemos percibido que esta situación pasa por una cuestión de cómo la mujer es percibida y de cómo se percibe a sí misma al interior de la sociedad. Todavía existe la sensación entre las mujeres que ser buena en matemáticas no es algo correspondiente a lo que se espera de una mujer.