Un mejor año...

Santiago, 31 de Diciembre de 2003

El año 2003 deja una triste secuela difícil de olvidar y lecciones a leer con entereza. Ha prevalecido el deterioro de nuestras instituciones más importantes bajo distintos tipos de acusaciones e investigaciones que afectan a sus integrantes, de lo cual no están exentos los miembros de nuestra clase política de todos los signos y tendencias. Nuestro Poder Legislativo ha dado muestras de a veces realizar su trabajo en forma superficial, y generalmente abocándose a legislar sobre la base de las tensiones y problemas del momento. El Gobierno muchas veces no condujo con la firmeza y claridad necesaria en momentos difíciles. El país se ha impregnado del afán sensacionalista, donde la noticia privilegia el escándalo y no se atiene a informar objetivamente con ánimo positivo. Ha prevalecido un notorio sentido cortoplacista, donde incluso los debates políticos pre-presidenciales se muestran faltos de ideas y propuestas interesantes sobre nuestro largo plazo. No ha existido avances en materia de desempleo ni en cuanto a nuestra deteriorada distribución del ingreso, haciendo cundir la insatisfacción y la presencia inevitable de realidades contradictorias entre los diversos segmentos en que se desarrolla la vida nacional, Junto a los éxitos en materia de tratados comerciales, nuestro país vive un creciente y peligroso aislacionismo regional. El año que se va no nos ha permitido ser felices.

Chile espera un mejor 2004. El crecimiento se anuncia más dinámico, mientras que el Gobierno se apresta a implementar una estrategia positiva hacia nuestros pares de la región. Se espera un país más unido y debates más sustantivos para llevar soluciones efectivas a los chilenos más desamparados. Se desea avanzar hacia un país con progreso efectivo en materia distributiva, en que la atención a la educación y la salud de los más pobres sean hechos más allá de protestas grupales e intereses corporativos. Todos aguardamos un país en que nos restemos de la destrucción de las instituciones y de los conductores de las mismas, y nos concentremos en la tarea de construir un país digno que legar a nuestros descendientes. Se ansia un Chile en que el Gobierno guíe efectivamente nuestros destinos por sobre los debates pequeños, y en que nuestros políticos se concentren en la tarea de modelar la institucionalidad del Chile del mañana, y no en acusaciones inconducentes y debates obsoletos Feliz año 2004!!. Que sea un mejor año para Chile!!.

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