¡¡190 Años!!
Santiago, 13 de agosto de 2003
Recientemente el Instituto Nacional ha cumplido 190 años de vida. Se constituye así en una de las instituciones de mayor data en la República, a la vez siendo una de las más distinguidas por los servicios prestados a la Nación. Abierto en 1813, y reabierto durante el Gobierno de O'higgins, el Instituto posee la fuerza de una gran tradición y el prestigio de una institución de excelencia. En sus primeros años impartió los cursos de formación profesional que bajo el rectorado de Domeyko serían definitivamente instalados en la Universidad de Chile. Por ello, no es menor el hecho que ambas instituciones compartan las mismas poderosas raíces que han marcado su contribución a Chile. Como institución de educación pública, el instituto ha tradicionalmente congregado a lo mejor de nuestra juventud, y ha logrado convertirse en un factor de integración de la sociedad chilena. En efecto, el instituto siempre, y especialmente en nuestros días, concita entre sus viejas murallas a la diversidad del país en lo social, político, valórico o cultural. Es labor de la educación pública el convertirse en un factor de integración del país y ha sido este un rol que el Instituto ha cumplido con creces a lo largo de su dilatada historia. Es por eso que tantos Presidentes y autoridades públicas y privadas han salido de sus aulas; allí se aprende de tolerancia y de manejar una diversidad que es, ni más ni menos, la que caracteriza a la Nación toda.
Colegio de excelencia, ha marcado siempre pautas respecto de la incorporación exitosa de sus egresados en los mejores planteles de educación superior. Ha liderado con firmeza la tarea de modernizar y mejorar la educación pública chilena, llevando el compromiso mucho más allá de lo que puramente al hacer en sus aulas. El Instituto muestra que si existe compromiso de la comunidad escolar, las cosas pueden mejorar notablemente, y que no es cierto que sea solamente la producción de lucro el único instrumento para desarrollar adecuadamente la educación que Chile necesita. Lo que sin duda falta es el apoyo decidido del Estado para atender efectivamente las necesidades de la educación municipalizada. Esto constituiría una señal de preocupación por el verdadero progreso del país y por la necesaria mayor integración y presencia de oportunidades que debe presenciar nuestra juventud. Ojalá los 190 años del Instituto Nacional sirvan para reflexionar sobre el indispensable rol de la educación del Estado para el Chile del mañana.