¿Hacia Dónde Vamos?

03 de Abril de 2002

Desde hace un tiempo a esta parte parece haber comenzado una notoria vuelta al pasado en la discusión política. Comienzan a abundar las descalificaciones y las acusaciones cruzadas, inspiradas más bien en querellas puntuales, más que en el deseo verdadero de sacar al país adelante. Empiezan nuevamente a destellar las acusaciones basadas en epítetos con poco sustento, y a abundar las luchas personalistas carentes de agendas y propuestas específicas. A las acusaciones sobre la poca efectividad de los "izquierdistas" para abordar problemas sociales de gran importancia, se contraponen las de "neoliberales" y "empresarios", con referencia aquellos otros que parecen destinados a fundamentar su agenda solamente en el aprovechamiento del resto. Los partidos que tradicionalmente han propendido a constituir el balance necesario para los entendimientos, flaquean en medio de graves luchas internas entre facciones extremas. El país pasa por momentos difíciles, de lo cual sacan partidos unos y otros: unos para acusar al populismo izquierdista, otros para denostar el egoísmo derechista. Sin embargo, el país observa con sorpresa la falta de agenda, de propuestas en discusión; se trata de establecer unos pocos slogans, para así posicionar luchas electorales venideras. De los problemas presentes, poco, casi solamente para refrendar algunas frases hostiles, usualmente amenazantes, clamando por una mayor radicalización.

El país no quiere más debates carentes de ideas y de propuestas para la gente. No quiere más enfrentamiento inútil, que tan graves resultados han traído en el pasado. Tampoco desea un populismo desenfrenado, como el que ha llevado a otros países de la región a situaciones lamentables, como asimismo se niega a un conservadurismo a ultranza, con tan graves consecuencias para los pobres y la clase media. Es necesario una agenda basada en la gente, en la realidad del Chile de hoy, alejándonos de las recetas teóricas, de las luchas clasistas, de la descalificación. Chile desea un país en paz, con claridad de objetivos, con énfasis en los problemas de la gente, con políticos capaces de generar la esencia de la política: entendimiento para poder crear un orden transparente, efectivo y nacional.

Compartir:
https://uchile.cl/u5721
Copiar