Conferencia Internacional sobre el conflicto árabe-israelí

Ilan Pappé: "La única solución es descolonizar"

Ilan Pappé: "La única solución es descolonizar"
El historiador judeo-israelí dictó la conferencia "Limpieza étnica de Palestina: Pasado, presente y futuro"
El historiador judeo-israelí dictó la conferencia "Limpieza étnica de Palestina: Pasado, presente y futuro"
La presentación estuvo a cargo del profesor Eugenio Chahuán, Director de Extensión y Comunicaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades
La presentación estuvo a cargo del profesor Eugenio Chahuán, Director de Extensión y Comunicaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades
La actividad se realizó en la Sala Antonio Varas del Teatro Nacional Chileno
La actividad se realizó en la Sala Antonio Varas del Teatro Nacional Chileno

La conferencia realizada en la Sala Antonio Varas, fue organizada por el Centro de Estudios Árabes de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, y contó con el apoyo de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones y el Teatro Nacional Chileno de la Facultad de Artes.

Ilan Pappé actualmente es académico de la Universidad de Exeter, Reino Unido. Doctorado en historia en la Universidad de Oxford, forma parte de la nueva historiografía israelí lugar desde el que ha colaborado en la recuperación histórica de la memoria palestina.

Para la Vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile, profesora Faride Zerán, “esta conferencia viene a enriquecer el debate en torno al conflicto árabe-israelí”. “Creo que es un aporte ver otras dimensiones en un ambiente como la Universidad de Chile donde pude ver a muchos chilenos de origen judío y palestino compartiendo. El diálogo y el pensamiento crítico siempre es interesante”, expresó la académica.

Ante un teatro con alrededor de 300 personas, Pappé repasó la historia de su país natal, yendo directamente a los puntos más sensibles y polémicos, desde la violencia del Estado al boicot internacional, intentando pensar en cambiar el futuro de un conflicto permanente y doloroso.

1948, el año que comenzó mucho antes

Particularmente intrigado por la historia de su país y en especial por el año 1948, Pappé se posicionó de entrada, diciendo que nació seis años después de la Nakba, término que denomina la catástrofe para las y los palestinos. “Cuando vives en Israel entiendes que hay dos narrativas, dos versiones, sobre lo que pasó en 1948 que son totalmente contradictorias entre sí”, explica. Es así como busca en el Reino Unido, en la Universidad de Oxford, un espacio de investigación y desarrollo, en alguna medida, ideológicamente más neutral en comparación con su alma mater, la Universidad de Haifa.

Luego de trabajar con archivos ingleses, israelíes, egipcios y de las Naciones Unidas se encontró con una versión histórica distinta a la que circulaba en la sociedad israelí. Es así como comienza a publicar y a desafiar la historia de su propio país. “Una vez que lo haces no puedes volver atrás porque sabes mejor que otros que adoptas esta posición no por ideología, ni por dinero, sino porque esta es la verdad encontrada en la documentación histórica”.

Para Pappé es importante trabajar sobre lo ocurrido el año 1948 en el sentido de proponer y tener una perspectiva amplia que observe el presente. Pappé explica que la población judía en Europa, preocupada por la creciente situación de inseguridad que enfrentaban -la historia nos muestra que esta preocupación tenía ciertos fundamentos- comienza a buscar un lugar para vivir, intentando darle una dimensión secular al judaísmo, transformándolo también en un movimiento nacional. Curiosamente entre los destinos posibles se encontraba Chile, Estados Unidos y Uganda.

La decisión finalmente fue Palestina, pero el problema fue que ese territorio no estaba vacío. Y allí el inicio de todo, pues para crear un Estado en Palestina deberían expulsar a los palestinos. En 1947 los británicos salen de Palestina y traspasan el conflicto a las Naciones Unidas quienes a su vez deciden convertir la región en dos Estados, uno para los judíos quienes habían comenzado a llegar aproximadamente tres años antes, y otro para los palestinos. “El movimiento nacional palestino y los estados árabes vecinos rechazaron la idea de dividir Palestina. Para ellos el sionismo era un movimiento colonialista, no diferente del colonialismo francés en Argelia”, explica Pappé.

Pappé cuenta que antes de la “solución pacífica” de Naciones Unidas que planteaba dividir el territorio y el consiguiente rechazo de los palestinos, los líderes sionistas ya habían planeado la expulsión sistemática.

Desde 1947 hay ejemplos de expulsión por la fuerza de los palestinos, fecha que antecede la salida de los británicos de Palestina. “En mi ciudad natal, Haifa, habían más de 75.000 palestinos y sólo permanecen 2.000. En un día expulsaron a 73.000 palestinos. En la ciudad de Jaffa vivían 60.000 palestinos. Antes de que los británicos dejaran Palestina las fuerzas sionistas expulsaron al 95% de la población. Siete ciudades palestinas fueran prácticamente vaciadas por el avance de las fuerzas sionistas mucho antes de que terminara el mandato británico”, detalla Pappé.

Para Pappé es importante explicar y entregar estos datos porque la versión que se da en Israel es que el desplazamiento de palestinos ocurrió a causa de la guerra árabe-israelí de 1948. “La verdad es que la mayoría de los palestinos se convirtieron en refugiados antes de que el primer soldado árabe de los países vecinos entrara a Palestina”.

Limpieza étnica y la prisión a cielo abierto

El término limpieza étnica asustó a muchos de los colegas de Pappé cuando comenzó a utilizarlo. Hoy muchos lo utilizan, ya que denomina a un crimen contra la humanidad. “El término es importante no sólo por lo que pasó con los palestinos, que por muchos años contaron historias que nadie creyó. Es importante porque la comunidad internacional hasta hoy no reconoce lo que pasó en Palestina en 1948”, advierte Pappé.

La prensa y las Naciones Unidas callaron ante los crímenes. Y no sólo eso, calificaron como un país democrático a uno que practicaba la limpieza étnica.

En 1967 hay un nuevo avance territorial hacia Cisjordania y la Franja de Gaza. Para Pappé se continúa con la limpieza étnica, pero en otros términos, pues el contexto era distinto y, por ejemplo, los medios de comunicación, como la televisión, se habían masificado, cosa que no ocurría aún el 48. Muchos de los palestinos que vivían en estos lugares ya eran refugiados, lo que hacía difícil expulsar a población que ya había sido desplazada. Es en este contexto donde Pappé explica la construcción de una “mega prisión” a cielo abierto.

Para Pappé los procesos de paz forman parte de la misma estrategia. Éstos otorgan inmunidad a Israel y la protegen de la condena internacional mientras implementan unilateralmente y de forma subterránea su proyecto, es decir, en palabras de Pappé: “Tener la mayor cantidad de Palestina posible con la menor cantidad de palestinos en ella”.

El título de su nuevo libro es “La mayor prisión en la Tierra. La historia de la ocupación israelí” donde explica que hay dos versiones del caso. Una es la de la prisión abierta donde los palestinos aceptan y se comportan como lo quieren las autoridades israelíes, viviendo en territorios que no pueden dejar, rodeados por asentamientos y bases militares y con lugares a los que no pueden ir. Pueden tener autonomía e incluso un Estado y una bandera. “Desafortunadamente algunos líderes palestinos cayeron en esta tentación”, manifiesta Pappé.

“La otra opción es, si no te gusta este acuerdo, como los palestinos mostraron en la primera intifada en 1987, como lo mostraron en la segunda intifada en el 2000 y probablemente lo muestren en la tercera intifada en 2016. Entonces Israel aplicará el modelo de la prisión de alta seguridad y castigará colectivamente a los palestinos”, explica Pappé. “Cuando Israel castiga no es con la policía ni con jueces. Castiga a la población con armas que pertenecen al mejor ejército en el medio oriente”, agrega.

El primer modelo es el llamado proceso de paz, solución de los dos estados y proceso de Oslo. Para Pappé se hace imprescindible cambiar este lenguaje. Este giro aparece en el libro que escribió junto a Noam Chomsky “On Palestine” -que será traducido al español en octubre- en el que se explica que se está hablando en una lengua equivocada y que se analiza el conflicto en Palestina de manera incorrecta y, por lo tanto, no se está ofreciendo la solución adecuada. “La única solución que funcionará en Palestina e Israel es ofrecer derechos humanos, civiles y democracia a todos quienes viven en Israel y Palestina”. La única solución para los refugiados y para todos quienes lo deseen, es volver a Palestina. “La traba principal es convencer a Israel de hacer todo lo que he mencionado”, dice Pappé.

Boicot

Para cambiar este panorama, Pappé reclama a la comunidad internacional que intervenga y presione a Israel con un un boicot tal como se hizo con Sudáfrica en la época de apartheid. “Enviar un mensaje realmente claro a la sociedad israelí. Si no se condena lo que el gobierno está haciendo, significa que estás apoyando lo que tu gobierno está haciendo, especialmente si representas oficialmente al Estado”.

Para Pappé es importante no sólo por el sufrimiento de los palestinos, sino también por el destino de los judíos en Israel en un contexto donde existe la posibilidad de que todo el mundo árabe vaya en su contra. Para Ilan Pappé es un asunto de paz y derechos humanos y civiles que, partiendo por los palestinos, debería desplegarse por todo medio oriente.