Entre el 12 y el 25 de junio se llevará a cabo el proyecto adjudicado por el Archivo Central Andrés Bello de la Vicerrectoría en Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile, desarrollado gracias al financiamiento otorgado por el Fondo Iberescena. El proyecto buscará formar a artistas escénicos en conocimientos sobre la vida y obra de Gabriela Mistral, deambulando entre las capas más desconocidas de la poeta.
Gracias a la Línea de Creación en Residencia del Fondo de Ayudas para las Artes Escénicas Iberoamericanas (Iberescena) 2023, la Universidad de Chile postuló su propuesta a este espacio de alojo y creación para seis artistas escénicos. Contando con paridad de género (tres hombres y tres mujeres) y además fortaleciendo los vínculos internacionales, pues dos de los residentes provenien de la Universidad Autónoma de México. La Casa de Bello entregará todas las facilidades necesarias para que las y los residentes experimenten y creen libremente.
En el contexto de los 50 años del golpe de Estado, la ausencia del rol social de las artes y las demandas respecto a la educación, el proyecto “Escena Mistraliana. Huellas de una maestra” busca conmemorar el hito del viaje de Gabriela Mistral a México (1922) y la entrega del título como Profesora de Estado por parte del plantel (1923), generando una instancia de reflexión, tanto en torno a la figura de Mistral como del panorama social actual.
De esta manera, la educación, el rescate de la memoria a través de las artes escénicas, y el rol de la artista son algunas de las temáticas que se palpan en la siguiente entrevista junto a la actriz y doctora en Estudios Teatrales, Zoila Schrojel, también encargada de Difusión y Redes Sociales de Sala Museo Gabriela Mistral, órgano perteneciente al Archivo Central Andrés Bello.
El año pasado se realizó la 4ta versión de Máquina Mistral conmemorando el centenario del viaje de Mistral a México, ¿qué diferencias, desafíos y metas tiene esta nueva iniciativa?
Como Sala Museo Gabriela Mistral, siempre hemos apostado por ser un espacio interdisciplinario. Ya tenemos museografía y recorridos mediados que apelan a la investigación pedagógica educativa. También, nos enfocamos en la conservación de los materiales, así como en la difusión de todo el patrimonio y los referentes que tenemos en exhibición.
Además, desde el ámbito escénico, tenemos diversas dinámicas. Por ejemplo, el Festival Máquina Mistral convoca a artistas para exhibir sus trabajos en torno a una temática relacionada con Gabriela Mistral. En la última versión, se enfocó en resaltar el séptimo aniversario de la Sala Museo y el hito del viaje. Pero esta vez queríamos apostar por una dinámica diferente que se da mucho en el ámbito del arte, tanto arte visual, audiovisual, artes escénicas, etcétera, que es la residencia. Queríamos ser parte de eso, ser la casa que presta esa residencia.
¿De qué trata este proyecto y qué objetivos tiene?
La residencia artística es cuando se convoca a artistas para que se dediquen netamente a crear, en un tiempo acotado o determinado. Que tengan todas las facilidades, que puedan cubrir su alimentación, estadía, tiempo, el espacio, herramientas, todo eso. Entonces, nosotros quisimos dar esa comodidad. Y por eso postulamos al Fondo de Artes Escénicas Iberoamericanas, que otorga una línea para creación en residencia.
Como la Sala Museo tenía una trayectoria en torno al arte escénico porque también ha sido parte de la sala Cecilia Vicuña, David Aniñir y Julia Antivilo, además de un pequeño taller-residencia, con ese currículum postulamos y recibimos el apoyo de Iberescena y pudimos enmarcar esta residencia en el contexto, nuevamente de Gabriela Mistral, convocando a artistas. Pero netamente para consolidarnos como espacio de creación, residencia, de espacio interdisciplinario y espacio escénico, con la posibilidad de poder entablar este tipo de alianza.
Y también, como objetivo aparte, fue crear una instancia en la que artistas, específicamente del teatro de objetos, de títeres o de la performance, nos ayudaran o vinieran aquí a colaborarnos con las dimensiones sensibles de los objetos patrimoniales y de archivo que no tienen acceso al público tan fácilmente. Entonces, esa es la vuelta de tuerca de la residencia.
¿Cómo ve la imagen de Mistral hoy en la sociedad?
Dentro de la propia residencia tenemos como tarea preguntarnos por eso. Una de las motivaciones era cuestionarnos cómo las otras capas de Gabriela Mistral no han sido tan difundidas, estudiadas o profundizadas, salvo por especialistas que se han dedicado a ello. Pasa que, simplemente se rescata que es Nobel, poeta y su poesía infantil, pero pocas veces se ha difundido que fue diplomática e hizo una carrera por muchos países, estableciendo redes de contacto, o los discursos que daba en esas instancias.
Por otra parte, se dice que fue profesora. Sí, pero ¿qué tipo de visión tenía? El ámbito educativo es otro mundo que tampoco ha sido explorado y queremos destacar. Ahora queremos indagar y esperamos que con esta residencia los artistas puedan ayudarnos a hacerlo.
Y cómo está enmarcado en el hito del viaje a México, al cual la invitó José Vasconcelos por la mirada pedagógica que tenía Mistral, queremos mostrar la travesía junto a la labor pedagógica. Y también lo que hace después. Entonces, eso es lo que esperamos de los artistas, que nos ayuden a difundirlo con sus propios lenguajes y que con estas pequeñas escenas o experimentaciones logren crear un producto escénico que muestre esa mirada a las comunidades.
¿Cómo este tipo de iniciativas aportan al rol de extensión y vinculación con el medio de la Vicerrectoría?
Creemos que, así como la Vicerrectoría genera muchos productos como el Fondo Valentín Letelier, ayuda a las otras entidades a seguir con esta misión. Considero que la propia Vicerrectoría, al tener un producto propio contribuye también a que sea coherente con su propio discurso de creación, difusión y comunidad.
Entonces, no vamos a enfrentarnos netamente a una comunidad cotidiana real como gente y público, sino que vamos a hacer que artistas - que después van a enfrentarse al público- colaboren en esta misión de poder seguir difundiendo. Que haciendo el eje con Gabriela Mistral, es lo que ella hacía con las misiones culturales en México. Ella se preocupaba más que nada de educar o capacitar a los profesores que conocían más el terreno para que educaran a los niños o a la comunidad. Es tener la confianza en la persona que conoce más la realidad o la cotidianidad propia del ámbito, darles la facilidad.
Y considerando el vínculo con la Universidad, también…
Sí, también, otra cosa importante relacionada tanto con la Vicerrectoría como con la propia Universidad de Chile, es que se conmemoran los 100 años desde que se le otorga el título de Profesora de Estado. También necesitábamos reflexionar en torno a eso. Otro hito conmemorativo es que vuelve la creación escénica a Casa Central, aquí empezó el teatro experimental. Eso también es importante de considerar.
¿Cómo ve el papel de los artistas en la actualidad? Considerando el rol político que alguna vez tuvieron
El rol del artista tiene diferentes ámbitos, porque a vecs creo que el mundo de la performance se ha vuelto muy académico, muy circular, pequeño. El 2019 hubo muchas performances y fue bonito verlo. Sin embargo, después de eso, se individualizó y encerró, como si a estos artistas les faltara más comunicación con la gente o la realidad.
Recuerdo las performances de los años 70 durante el Golpe y cómo iban a las poblaciones. Allí utilizaban el lenguaje o los signos propios de esos habitantes. Ahora no veo mucho esos lenguajes o ese tipo de símbolos en los lugares. Entonces, creo que quizás los artistas están, pero falta difundirlo. Faltan espacios donde se pueda ver su trabajo.
¿Cómo ves el panorama a futuro?
Creo que con el surgimiento de aquellas personas republicanas, en algún momento va a estallar de nuevo y vamos a tener que utilizar mucho ese tipo de lenguajes que sepan canalizar las emociones que se están guardando ahora en nuestros cuerpos y corazones. Los artistas vamos a tener que estar preparados para canalizar o mediar esas emociones que se están acumulando. Espero que eso lleve a volver a asumir un rol más social.
Además, pensando en otros tipos de artistas, como los titiriteros o el teatro de objetos, siento que ellos están más conectados con la realidad, porque a menudo se enfrentan a un público infantil o más familiar. Ahí se pueden ver otras realidades que ellos como artistas pueden abordar.
Para finalizar, ¿algún detalle que quieras destacar del proyecto?
Queremos destacar que tenemos una paridad de género en el grupo, con dos artistas mexicanas que vienen con su propia mirada y sensibilidad femenina. Aquí, hemos completado los tres cupos con hombres que provienen del mundo del teatro de objetos y títeres, y una chilena que se especializa en performance. Así es como conformamos este grupo, con la expectativa de crear experimentaciones escénicas.
Queremos recalcar que lo que se va a presentar son experimentaciones escénicas, no obras de teatro completas ni escenas terminadas. Será una muestra donde cada artista probará el sonido, trabajará con el material que tenemos aquí y experimentará en las diferentes áreas del archivo. El resultado de esas experiencias es lo que se mostrará al público. Buscamos brindarles el espacio para que puedan explorar y tener una base para sus trabajos futuros basados en lo que experimentaron y sintieron durante este proceso. También deseamos que amplíen su sensibilidad y tengan un encuentro con los materiales de archivo y el trabajo archivístico que realizamos aquí para que puedan llegar al público y difundir su trabajo de una manera diferente.