El proyecto de democratización que venían desarrollando las universidades chilenas a partir de la reforma de 1967 y 1968 fue violentamente interrumpido por el golpe de Estado, cuya intervención fue institucionalizada entre 1981 y 1982 con reformas y estatutos impuestos por la dictadura. Si bien la U. de Chile logró elaborar sus propios estatutos democráticos en 2006, era la única universidad pública en contar con ellos. Eso hasta hoy, cuando el Presidente Gabriel Boric y el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, firmaron los decretos con fuerza de ley que promulgan los nuevos estatutos democráticos para las universidades estatales del país.
“La lucha por la democratización y la apertura de las universidades del Estado tienen como fin poner su enorme e infinita capacidad creadora, sin límites, al servicio del desarrollo del país y de su pueblo”, señaló el Presidente Boric al promulgar los decretos, recordando también el momento en que la Universidad de Chile celebró la creación de sus estatutos en 2006, cuando él era estudiante de Derecho. “Las universidades estatales chilenas tendrán por fin nuevos estatutos que han sido elaborados con la promesa que contienen en sí mismos: democracia y participación”, añadió.
El Estatuto Universitario es un texto legal fundamental, bajo el cual se rige el funcionamiento de la Universidad en el ámbito académico y administrativo. En él se establece la misión y principios de las universidades, así como también sus organismos y atribuciones, la estructura institucional, la composición de la comunidad universitaria y la organización de los estudios universitarios, entre otras materias. Todos estos aspectos fueron decididos e impuestos por la dictadura en la década de los ‘80 y se mantenían vigentes para todas las universidades estatales, con excepción de la U. de Chile y de los planteles fundados en democracia: U. de Aysén, U. de O’Higgins, U. Tecnológica Metropolitana y U. de Los Lagos.
Dichos estatutos heredados de la dictadura, explicó el Rector de la Universidad de Valparaíso y presidente del Consorcio de Universidades del Estado de Chile (CUECh), Osvaldo Corrales, “instalaron estructuras de gobierno verticales y autoritarias, y constituyeron el dispositivo que permitió consolidar el proceso de contrarreforma llevado adelante por la dictadura militar, mediante el cual se buscaba cercenar la capacidad transformadora propia de las universidades públicas en el marco de un proyecto mayor que se abatió contra la educación pública en su conjunto, con el propósito de precarizarla y desprestigiarla”.
El Rector Corrales destacó además que el hito se produzca este 2023, año en que se conmemora los 50 años del golpe de Estado. “No se trata solo del cumplimiento de una obligación legal, ni de un mero acto de reforma organizacional de nuestras instituciones: se trata también de un acto de reparación y sanación para nuestras comunidades y de homenaje a aquellos y aquellas que resistieron en nuestras instituciones y que lamentablemente ya no nos acompañan”, añadió. En total, son 13 universidades las que contarán con nuevos estatutos y otras, como la U. de Chile, modificarán los suyos.
Por su parte, la Rectora Rosa Devés destacó que en el acto se honró la lucha de muchas personas –académicos, estudiantes, funcionarios y profesionales– que levantaron y trabajaron por esta demanda. "Y hoy lo hacemos en conjunto. No constituye simplemente un ritual el hecho de que se estén promulgando juntos los estatutos de las distintas universidades: estamos trabajando unidos para constituirnos a través de la colaboración en una columna vertebral del conocimiento a lo largo de todo el país. En este acto estamos honrando el trabajo de muchos años de nuestras comunidades, pero también apostando al futuro de nuestro país, un futuro más democrático donde el conocimiento tenga un lugar en el desarrollo”, dijo la Rectora.
El estatuto Uchile
Adicionalmente, la máxima autoridad universitaria de la Casa de Bello explicó que, “en el caso de la Universidad de Chile, se incorporan dos modificaciones al estatuto que permiten avances en participación y convivencia. Por un lado, la validación del voto estudiantil y funcionario en los Consejo de Facultad y, por otro, la creación de una Defensoría Universitaria. Ambos cambios aportarán a una mejor universidad”, indicó.
En efecto, la modificación estatutaria de la Casa de Bello fue enviada por la Rectora Rosa Devés al Ministerio de Educación el 8 de marzo de 2023, tras ser propuesta y acordada por el Senado Universitario. El cambio permite a los estamentos estudiantil y funcionario —con representantes elegidos por sus pares— integrar los Consejos de Facultad con derecho a voz y voto, habilitando así el voto triestamental en la discusión sobre políticas de desarrollo académico e institucional de las facultades.
Adicionalmente, la nueva versión del estatuto incluye la modificación, también emanada del Senado Universitario y presentada al Mineduc por la Rectoría del profesor Ennio Vivaldi en octubre de 2021, que crea la Defensoría de la Comunidad Universitaria. Esta instancia será la encargada de velar por el respeto a los principios y derechos de los integrantes de toda la comunidad, contribuyendo con el mejoramiento continuo de la convivencia, el buen funcionamiento de la actividad universitaria y, con ella, a la calidad de la educación.
Un trabajo de larga data
La promulgación y modificación de los estatutos de las universidades estatales materializa un anhelo de las instituciones públicas por el cual las comunidades universitarias han venido trabajando desde hace años. Así lo mencionó David López, representante de la Federación Nacional de Funcionarios/as de las Universidades del Estado (FENAFUECh), recordando a sus compañeros y compañeras que se han jubilado o que han fallecido, pero cuyo compromiso y trayectoria fueron relevantes para este logro. “Esta ceremonia también es un acto de reparación para ellos y ellas, que lucharon, resistieron o fueron asesinados, pero jamás podrán silenciar sus ideas”, expresó.
Así también lo destacó Catalina Lufín, presidenta de la Federación de Estudiantes de la U. de Chile (FECh). “Este hito de promulgación es acaso también un acto reparatorio a la memoria colectiva y de recuperación a lo que se nos arrebató tan violentamente. Los estatutos que hoy celebramos fueron construidos bajo los mismos principios que promueven: democracia y participación”, dijo. Destacó, además, la “alianza entre estudiantes y trabajadores, que ha hecho confluir sus voces disímiles, pero fuertemente comprometidas en un reconocimiento a la democracia universitaria y su preponderancia como mecanismo para cimentar una educación digna y alineada con los anhelos y dolencias de nuestro pueblo”.
La promulgación se da luego del proceso que inició en 2018 con la Ley de Universidades Estatales, la cual estableció que dichas instituciones debían proponer al Presidente de la República una adecuación de sus estatutos impuestos en dictadura a las nuevas disposiciones de la ley o un mecanismo institucional que asegure la participación y corresponsabilidad del Estado en la aprobación del Plan de Desarrollo Institucional y del presupuesto de la universidad, según fuera el caso. Este trabajo inició en mayo de 2021, en un proceso que involucró a las universidades estatales, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Hacienda y el Ministerio Secretaría General de la Presidencia.