El siguiente paso es la evaluación de pares externos

Escuela de fonoaudiología busca lograr la recertificación

Escuela de fonoaudiología busca lograr la recertificación
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Los integrantes del comité de autoevaluación de la Escuela de Fonoaudiología, de izquierda a derecha, el profesor Christian Peñaloza; la profesora Lilian Toledo; la profesora Virginia Varela, y la profesora María Angélica Fernández.
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El comité de autoevaluación de la escuela está conformado por la subdirectora del Departamento de Fonoaudiología, profesora Lilian Toledo; la directora de la Escuela de Fonoaudiología, profesora María Angélica Fernández; el subdirector de dicho plantel, profesor Christian Peñaloza; y la ex directora de escuela y actual académica del Departamento de Fonoaudiología, profesora Virginia Varela.

El proceso de elaboración del informe de autoevaluación comenzó durante el año 2021, cuando desde la Comisión de Aseguramiento de la Calidad de la Facultad de Medicina, solicitaron a la escuela conformar una comisión local de autoevaluación.

La profesora Lilian Toledo indicó que “actualmente, de acuerdo a la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), por ley, la acreditación es obligatoria solo para las carreras de Medicina, Odontología y Pedagogía, pero la Facultad de Medicina tomó la decisión de que las carreras cuya acreditación no es obligatoria, comenzaran de igual forma el proceso de certificación voluntaria durante los plazos formales establecidos, y ese fue nuestro caso”, señaló.

La profesora Angélica Fernández añadió que “nuestra acreditación anterior vencía en marzo de 2020, y por esto, durante el año 2016 se realizó una evaluación intermedia, de la cual resultó un informe que se entregó en enero de 2017, y que sirvió como precedente para el proceso actual de certificación”, explicó.

Posterior al estallido social y la pandemia de Covid-19 que afectó a nuestro país, se retomó el proceso formal de certificación de la carrera, utilizando como insumo los trabajos realizados con anterioridad.

Al respecto, la profesora Lilian Toledo mencionó que “el informe final de autoevaluación actual se entregó a inicios de abril, y estamos a la espera de que se realice el convenio correspondiente con una agencia externa, para la realización de la visita de pares evaluadores externos”, declaró.

Durante el proceso de recopilación de antecedentes para el informe, participaron los miembros del comité ya mencionados, estudiantes, académicos, egresados y empleadores, además de colaboradores de las unidades de aseguramiento de la calidad tanto de la Facultad de Medicina, como de Casa Central.

Estos últimos fueron quienes “nos orientaron en relación con los pasos a seguir durante el proceso, donde realizamos una revisión de todo lo que hay y no hay en nuestra escuela, las propuestas de encuestas y focus groups para los distintos actores y su posterior aplicación, análisis y procesamiento de los datos obtenidos”, expuso la profesora Angélica Fernández.

La elaboración del informe de autoevaluación permitió a la escuela “esclarecer las principales fortalezas, debilidades y desafíos futuros que tendremos que enfrentar en la búsqueda constante de la excelencia de nuestra escuela”, comentó el profesor Christian Peñaloza.

Las principales fortalezas

Dentro de las principales fortalezas identificadas, la profesora Virginia Varela afirmó “avanzamos en la implementación de material bibliográfico, que en años anteriores habíamos identificado, que como escuela estábamos un poco al debe, y también, una mayor disposición de equipos —computadores— para los estudiantes”.

Sobre el aumento de material bibliográfico, “no solo se ha avanzado en la disponibilidad de más textos, sino que también en su digitalización, lo cual genera un mayor alcance y facilidades de acceso para nuestra comunidad estudiantil”, comentó la profesora Angélica Fernández.

Otro de los puntos destacables, en palabras de la profesora Virginia Varela, es que “dentro de las encuestas realizadas durante la evaluación intermedia —2016—, nuestros estudiantes consideraron que el nivel de inglés con el que ingresaban a la carrera era insuficiente, y que no se realizaban nivelaciones para lograr un grado óptimo. Actualmente eso está cubierto y puede considerarse como fortaleza, dado que se implementó el programa de inglés a nivel de facultad, por lo que, en consecuencia, recayó en nuestros estudiantes, que ahora son evaluados y nivelados al momento de ingresar a la carrera”, mencionó.

Sumada a las anteriores, “un tópico que apareció como debilidad durante la evaluación intermedia, y que actualmente es una fortaleza subsanada con creces, es la implementación de programas de postgrado en nuestra escuela, que ya fue puesto en marcha por nuestra unidad, a través del Magister en Ciencias de la Fonoaudiología”, comentó la profesora Lilian Toledo.

Asimismo, dada la implementación de programas de postgrado, “hemos podido avanzar de forma sustancial en la articulación entre pregrado y postgrado, que durante los últimos tres años ha resultado bastante fructífera. De hecho, hoy en día tenemos estudiantes que están en su quinto año de pregrado y a la vez, están cursando el magíster, hecho que está siendo destacado como un ejemplo para nuestra facultad”, mencionó el profesor Christian Peñaloza. 

Por otra parte, la profesora María Angélica Fernández acentuó como una fortaleza relevante dentro del plan de estudios de la Escuela de Fonoaudiología, que “el perfil de egreso actual de nuestros alumnos es consensuado y coherente con nuestro proceso educativo.

Asimismo, agrego, “los estudiantes valoran al cuerpo docente en términos de cantidad, calidad y expertiz y además, el plan de estudios aplicado tiene una estructura y secuencia lógica conocida, sustentada por los procedimientos administrativos de la universidad”.

Además de lo anterior, se ratificó, en palabras de la profesora Virginia Varela, “que la percepción del alumnado sobre los campos clínicos incluidos en el proceso de formación, efectivamente son suficientes, tanto en cantidad, como en nivel de exigencia, y que otorgan las oportunidades necesarias a nuestros estudiantes para desarrollar su aprendizaje en base a la adquisición de experiencia”.

Los desafíos a enfrentar

El principal ámbito a abordar, identificado durante la elaboración del informe de autoevaluación, se relaciona directamente a la vinculación con el medio y la conexión constante con actores externos.

Al respecto, el profesor Christian Peñaloza manifestó que “uno de los desafíos más importantes que tenemos actualmente, es afianzar un plan de vinculación con el medio desde la carrera, que involucre cuestiones curriculares, es decir, identificar qué cursos contienen aprendizaje vinculado con el medio, cómo se articulan las prácticas profesionales, y generar una conexión institucional constante con actores externos, ya sea egresados, empleadores, y colaboradores de los campus clínicos, entre otros”, afirmó.

El profesor Peñaloza añadió que “este es un punto en el que efectivamente, había poco avance por distintos factores, pero tanto desde la facultad como desde nuestra escuela, ahora existe un impulso real respecto al tema y estamos comprometidos para lograr este objetivo, a través de acciones que incluyen un plan integral de vinculación con el medio, y la mantención de este durante el tiempo”, destacó.

Además de lo anterior, otro punto a observar es que “queremos impulsar la movilidad estudiantil durante pregrado —que ya ocurre, pero en poca medida— y obtener beneficios directos de esas acciones para el mejoramiento del currículum”, sostuvo el subdirector de escuela.

Sobre lo mismo, la profesora Virginia Varela agregó que “además de impulsar la movilidad, estamos trabajando en determinar el impacto que tiene esta, dentro del desarrollo del perfil de nuestros estudiantes, para así identificar en qué forma resulta beneficiosa”.

Otro de los desafíos actuales para la Escuela de Fonoaudiología se relaciona con “la sistematización de procesos de gestión, por ejemplo, mantener un adecuado registro y actualización de equipos de laboratorio, la retroalimentación constante y actualizada del perfil de egreso, entre otras cosas”, señaló la profesora Lilian Toledo.

Asimismo, en palabras de la profesora Virginia Varela, “hoy en día se requiere establecer los indicadores de nivelación. Con esto me refiero a que, actualmente no tenemos una forma estandarizada de estudiar el impacto y la progresión en las nivelaciones que se realizan en los cursos básicos para estudiantes nuevos, por lo cual estamos buscando sistematizar una medición acorde, para así evaluar los resultados a modo de feedback, y ver si las nivelaciones son efectivas o no, y en qué medida”, explicó.

En resumen, la profesora Lilian Toledo recalcó que “nos encontramos trabajando arduamente en diversas temáticas. La mayoría de nuestros desafíos —o puntos a mejorar—, son cosas que efectivamente se hacen y que están bien evaluadas por los actores relevantes —estudiantes, académicos, egresados y empleadores— pero que nos falta sintetizar el feedback y generar procesos de retroalimentación para aprender y potenciar los resultados de dichas acciones”.

Ahora, lo que se viene más tempranamente es “fortalecer, a través del proceso de ajuste curricular, lo que ya está muy fuerte en nuestra escuela, que es justamente que tenemos un perfil de estudio y un proceso formativo claros, que nuestros estudiantes efectivamente cumplen las competencias comprometidas en el perfil de egreso, y mantener nuestro cuerpo académico estable y sólido, a través de investigaciones, proyectos y desarrollo profesional”, concluyó el profesor Christian Peñaloza.