La nueva versión del taller de archivística comunitaria del Archivo FECH se inició rememorando una escena del documental “La ciudad de los fotógrafos” en la que Ana Gonzalez, histórica dirigente de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, confiesa lo difícil que fue encontrar una imagen de sus dos hijos, su nuera y su esposo desaparecidos para colgarse en el pecho y salir a buscar justicia. “No tener una fotografía de la familia es como no ser parte de la historia de la humanidad”, dice emocionada en la película de Sebastían Moreno (2006).
“Los seres humanos siempre hemos querido dejar algún rastro, alguna evidencia de nuestro paso por la vida, y eso también permitió mantener vivo el recuerdo de quiénes fueron asesinados y desaparecidos en Dictadura, pero ese recuerdo no solo sirvió de manera nostálgica, sino que también ayudó en una larga lucha por verdad y justicia. Y el trabajo del archivo sigue siendo muy importante para avanzar en esa lucha”, dijo Carla Peñaloza, académica y ex jefa de gabinete de la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, (VAEC) para partir la jornada.
Este año, el taller que nació en 2019 con el objetivo de formar archiveros y archiveras de organizaciones sociales y comunitarias, estará marcado por la conmemoración de los 50 años del Golpe Militar. Leonardo Cisternas, coordinador del Archivo FECH, explica que esta línea de trabajo “nace por la necesidad de trabajar con archivos sobre Derechos Humanos que son de larga data. A cincuenta años del Golpe consideramos fundamental orientar nuestros objetivos en ese tipo de archivos. En su amplia concepción, no solo Derechos Humanos, entendido en el contexto dictatorial, sino también que reivindican los derechos de las mujeres, del medio ambiente, de la educación”.
Aunque recibieron más de 60 solicitudes de inscripción, solo 15 organizaciones fueron seleccionadas. Se trata de agrupaciones provenientes de distintos territorios como Coquimbo, Valparaíso, San Fernando, Victoria y Santiago, y que además trabajan desde diferentes perspectivas, por ejemplo, organizaciones feministas, sitios de memoria e incluso archivos escolares.
“Estamos trabajando en la creación de un centro de documentación. Hasta ahora nos hemos dedicado a proteger documentos y lo que nos queda es ordenarlos, para así poder ponerlos a disposición de la comunidad”, dice Alberto Barraza de la Casa de Memoria de Coquimbo, que pertenece a la Agrupación de Presos Políticos y Familiares de esa región, sobre su motivación para asistir.
La más joven del grupo, Mikaela Rodriguez, estudiante de segundo medio del Liceo 1 Javiera Carrera, cuenta que “en el liceo tenemos un archivo escolar, y quería saber más sobre cómo organizarlos y que sea de acceso a todos los estudiantes. También mostrar cómo ha cambiado desde que abrió porque fue el primer liceo de mujeres”.
Sábados de memoria
El taller que se impartirá cada sábado desde abril a septiembre entre las 10.00 y las 17.00 horas, es de carácter gratuito y cuenta con seis módulos en los que se enseñará teoría de archivo, organización, conservación, descripción y difusión de esos registros.
“El objetivo es formar capacidades para que las propias organizaciones se hagan cargo de su memoria, tanto en la búsqueda de verdad y justicia en el contexto de los 50 años del Golpe, como en sus memorias cotidianas y en la conformación de sus historias”, señala Leonardo Cisternas.
Dentro del temario que se abordará uno particularmente sensible tiene que ver con la difusión de ciertos archivos, por ejemplo, respecto a la detención forzada o el trabajo que ha hecho la propia organización. “Trabajar con este tipo de documentos tiene sus particularidades, si bien son archivos como todos los archivos, se generan en un contexto específico, relacionado con Derechos Humanos y por eso es necesario un abordaje especial”, concluye Cisternas.