Tiare Pavez (21) además de ser una estudiante de segundo año de Contador Auditor, es también una defensora de la salud mental. Todo partió a principios de 2022, cuando en medio de una prueba notó que una de sus compañeras estaba sufriendo una crisis de ansiedad. La estudiante tuvo que salir de la sala y dejó la evaluación inconclusa, Tiare pidió permiso para ir a ayudarla, pero el profesor argumentó que el paramédico se haría cargo de la situación.
Como ya se había enfrentado a las complejidades de la salud mental (estuvo en tratamiento por depresión, crisis de pánico y ansiedad) sintió que podía aportar desde su propia experiencia. “Gracias al apoyo psicológico que también he tenido durante este tiempo he sabido conocerme y es algo que también quiero entregar. Quizás ya sé cómo actuar en mis crisis y cómo decirle a las personas a mi alrededor que actúen, pero hay personas que no tienen ni la menor idea siquiera qué es lo que les está pasando”, afirma.
Cuando ingresó a la Universidad de Chile, en plena pandemia, no tuvo la oportunidad de interactuar presencialmente con sus compañeros de la Facultad de Economía y Negocios (FEN). Algo similar le había pasado el año anterior, pues cursó cuarto medio de manera online. Pero asistiendo de forma híbrida a algunas clases, observó que los estudiantes estaban mucho más sensibles emocionalmente y dentro del campus había poca capacidad para responder a esta nueva necesidad.
Ese mismo año Tiare participó en las marchas que hicieron en Chile de Friday For Future, el movimiento de Greta Thunberg, donde trabajó como asistente de primeros auxilios psicológicos. Ahí descubrió que podía ayudar desde ese ámbito y se decidió a postular al programa de facilitadores comunitarios de salud mental de la U. de Chile.
“Conversé con un psicólogo del programa de apoyo de la Universidad y le dije sobre mi interés, que de alguna forma era lo que yo ya estaba haciendo, pero que no podía hacer más como estudiante común y corriente. Ahí surgió la idea de crear una organización. Al principio éramos sólo dos personas, pero era algo que de verdad quería. Desde que entré a la Universidad dije ‘me gustaría dejar algo para mis compañeros futuros, y era esto’”, explica.
Entonces crearon una propuesta motivacional de la organización, los valores, el objetivo y todo lo que pensaban hacer con “Manitos de Confianza”, bajo la premisa de que era necesario crear condiciones externas para cuidar la salud mental de los estudiantes.
“Por más que uno quiera, si tu entorno no te acompañaba va a ser mucho más difícil de lo que ya es mejorar tu salud mental. La Facultad busca ser un campus sustentable, pero eso no tiene que ver sólo con el Medio Ambiente, también con ser un lugar en donde tú quieras permanecer, ¿quién quiere permanecer en un lugar que está lleno de estrés? En ese sentido, puede ayudar que exista un compañero, alguien más cercano, de tu edad, que te conteste, alguien te acoja”, reflexiona.
Proyectos 2023
Ya conformados oficialmente como una agrupación estudiantil (se requiere un mínimo de ocho estudiantes) “Manitos de Confianza” está trabajando en entregar primeros auxilios psicológicos a sus compañeros. Pero ¿de qué se trata este concepto? “Es la primera ayuda emocional. Es tratar de que una situación no escale o pase a algo más grave, como lo haría un paramédico para tratar de mantener viva a la persona, pero aquí se trata de mantener calmada a la persona. Es darle esta primera contención, el primer respiro. Hay muchas veces que en las crisis uno piensa que se puede morir y que no hay forma de salir, entonces el primer auxilio es la primera ayudita a mostrarte que sí se puede. Así por lo menos lo veo yo”, dice Tiare.
La agrupación también proyecta varios desafíos a corto plazo. Por ejemplo, capacitar a los tres centros de estudiantes que tiene la Facultad. “Creemos que es algo muy fundamental porque son las personas que tienen mayor contacto con los estudiantes”, dice y agrega que la idea a futuro es interactuar con toda la comunidad del campus y aumentar su visibilidad. “Necesitamos financiamiento, más que nada para poder ayudarnos con publicidad y también para tener una pulsera que sea representativa de la organización, un distintivo, para que las personas que necesiten ayuda sepan a quién pueden acudir”.
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*Este testimonio es parte del ciclo de conversaciones con estudiantes destacados de la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios (VAEC).