Averroes: gusto, risa, política

Nuevo libro de Rodrigo Karmy trae al debate actual las ideas del pensador árabe del siglo XII

Rodrigo Karmy trae al debate actual las ideas del pensador árabe
La presentación del libro estuvo a cargo de Paloma Castillo, Aldo Bombardiere y Verónica González.
La presentación del libro estuvo a cargo de Paloma Castillo, Aldo Bombardiere y Verónica González.

El texto de Rodrigo Karmy Bolton se estructura sobre la base de tres ensayos, que si bien pueden ser tomados de manera autónoma, en conjunto conforman una aproximación más compleja y contextual del aporte de Averroes al debate filosófico.

Tal como el título del libro lo anticipa, los ensayos son, justamente, Gusto, Risa y Política, donde la revisión de contenidos aristotélicos son protagonistas, así como la perspectiva tomista y los efectos de la mirada del pensador cordobés en corrientes contemporáneas, como el propio marxismo, destacando la ruptura y nueva construcción paradigmática que Averroes propone.

Como lo sostiene el prologuista del libro, el doctor en Educación Gerardo Muñoz, “Karmy no persigue una restitución filológica, ni la activación en disputa hermenéutica sobre los conceptos; se trata en todo caso de develar una fuerza interior que irrumpe la máquina de humanismo sacrificial moderno basado en la forma de la persona, en la economía adaptativa, en hegemonía gubernamental indiferenciada”.

Parece curioso el interés tan sostenido del autor por reponer el averroísmo y su influencia. Sin embargo Karmy explica que éste es un “enamoramiento” de larga data: “El interés por Averroes y la filosofía árabe clásica, en realidad, se lo debo al profesor Eugenio Chahuán quien, cuando ingresé el año 2006 a trabajar en el Centro de Estudios Árabes, me dijo que restituyera la enseñanza de la filosofía árabe clásica que había desaparecido desde la reforma de 1981 implementada por la dictadura y que afectó muy fuertemente a los ‘centros históricos’ pues les cercenó su licenciatura de especialidad; en este caso, la licenciatura en estudios árabes donde, entre otras materias, se impartía filosofía árabe clásica. Por eso, el gesto de Chahuán no hay que leerlo como un gesto personal sino político en el entendido que nuestro Centro de Estudios Árabes también podía contribuir de manera decisiva al desarrollo crítico de las humanidades y, en especial, de la filosofía”. 

Muñoz, a su vez, intenta otra vía que explica el trabajo de Karmy, que lo hace ver como una suerte de arqueólogo de las ideas: “El trabajo de los arqueólogos es poder divisar la potencia del fragmento, para así vislumbrar, ya no tanto una orientación o un origen de legitimación para la ius reformandi, sino la posibilidad de una vía de escape. Desde luego, nadie pasa por alto que el pensador chileno Rodrigo Karmy se desempeña, desde hace mucho, como un versado arqueólogo que sabe moverse con destreza por los más luminosos fragmentos del pasado”.

Pero, la pregunta obvia es por qué volver sobre Averroes nueve siglos después y remover los rescoldos de un fuego nunca extinguido. La respuesta de Karmy es categórica: “Deberíamos partir de la idea de que, para la tradición occidental, Averroes irrumpe como un fantasma. Es el reverso de sí misma, el monstruo que ella no quiere ver, el diferencial que exhibe a esta tradición como constituida a partir de su sintomático e histórico rechazo. Averroes es una vía, entre tantas, para desarticular la metafísica occidental y su concepción del hombre en cuanto sujeto y agente del pensamiento. En otros términos, Averroes es el nombre que puede desarticular la concepción antropológica que da lugar a ese humanismo ingenuo que hoy se despliega en la forma de la guerra civil planetaria (por ejemplo, Israel -como EEUU- dice exterminar a Palestina en nombre de la humanidad).  La tesis de que el intelecto está separado del cuerpo significa que el primero es una sustancia cosmológica en la que los seres humanos pueden llegar a participar gracias a que éstos son seres de imaginación”.

Y si se quiere ser más definitivo aún, está la mirada que el filósofo árabe expresa sobre el sujeto, el pensamiento, el uso y la propiedad. Explica Karmy: “desde el punto de vista de Averroes pensar significa necesariamente imaginar porque es esta última, la que funciona como el "motor" en el que la separada una y eterna sustancia del pensamiento se cristaliza y efectiviza en cada uno de nosotros que lo usamos. Averroes sostiene que el hombre solo usa el pensamiento en la medida que este es separado, uno y común a toda la especie humana, porque su teoría del intelecto nos brinda una teoría del "uso" en contra de una teoría de la "propiedad". Usar es imaginar, directamente. Y eso es pensar, siempre”.

En poco más de 100 agitadas y agitadoras páginas, el autor revive al fantasma y lo pone nuevamente a disposición de quienes quieran imaginar.